"Yo fui un desastre, lo reconozco; jugamos muy mal", asumió Diego Chitzoff, el único jugador de Central que aceptó razonar ayer sobre lo hecho por el equipo en el partido de ida ante All Boys. "El empate fue un regalo", aceptó el defensor devenido en volante con la llegada de Leonardo Madelón. "El partido del domingo yo creo que va a ser diferente, porque la cancha es más grande y tendremos nuestra gente. Pero sabemos que si jugamos como ayer (por el miércoles) se nos va a complicar mucho", añadió el ex jugador de Colón. El partido del domingo se confirmó para las 15.10.

Los jugadores quedaron concentrados en Arroyo Seco luego del angustiante empate logrado en Capital Federal. No hubo atención a la prensa, a excepción de Chitzoff, que en vez de entregar excusas por lo sucedido el miércoles comenzó su repaso asumiendo la preocupante actuación que entregó el canaya en el juego de ida. "No hicimos el planteo que habíamos planeado en la semana. Ellos presionaron y nos sorprendieron. Se nos hacía difícil jugar porque la cancha era muy chica. La revancha espero que sea diferente porque si no se nos va a complicar", señaló Chitzoff.

"Nos salieron a presionar en todos los sectores y nos sorprendieron. Siempre estuvimos bien en lo táctico. Aunque no los pudimos atacar, no creamos una situación de gol. El empate fue un regalo", reconoció el volante auriazul.

En cuanto al equipo, al menos un cambio realizará Madelón. La notoria falta de fútbol que sufrió Central en el primer tiempo obligará al técnico a recurrir a un volante en el mediocampo para reemplazar a Paul Ambrosi. Aunque no está resuelto quién ingresará, dado que Gervasio Núñez no es de la confianza del entrenador, tras su ingenua expulsión ante Lanús y el bajo rendimiento que mostró al recuperar la titularidad luego del clásico. Aunque esta tarde habrá práctica de fútbol en el Gigante de Arroyito, a puertas cerradas, y allí podrá conocerse las intenciones del entrenador para el decisivo partido de vuelta con All Boys pasado mañana a las 15.10.