El "león herbívoro" (como lo calificó el fiscal Esteban Franicevich) deberá volver a Rosario, ya que su estadía en tierra sudafricana fue mucho más corta de lo imaginado. A su llegada al aeropuerto de Johannesburgo, las fuerzas de seguridad decidieron deportarlo junto a otros 9 barras bravas de clubes argentinos. Los antecedentes penales que pesan sobre el jefe de "Los Guerreros", Andrés "Pillín" Bracamonte, fueron determinantes para prohibir su entrada al país que, desde el viernes, albergará la Copa del Mundo.

A las 13.15 de ayer, hora de Sudáfrica, arribó el vuelo DT577 que cubría el trayecto Luanda (Angola)-Johannesburgo. En la aeronave se trasladaban 80 barras bravas, de los cuales la mayoría forma parte de Hinchadas Unidas Argentinas, la ONG vinculada al Partido Justicialista que fue creada para que más de 200 barras viajen al mundial. Apenas los barras descendieron del avión, la policía local demoró a diez de los integrantes del contingente. Luego de unas horas de espera, se decretó que todos sean deportados. Además de "Pillín", hay otro barra canaya que deberá regresar al país, Julio César "Cara de goma" Navarro. Los acompañarán Pablo "Bebote" Alvarez (jefe de la barra de Independiente y tesorero de HUA, Juan Duarte (Lanús), Mariano González (Lanús), Martín Gómez (Lanús), Pablo "El narigón" De Respines (Huracán), Emiliano Tagliarino (Huracán), Luis Tuchi (Huracán) y Sergio "Flay" Roldán (San Martín de Tucumán), quién está acusado del asesinato de un menor en el año 2001, tras un clásico ante Atlético y tenía pedido de captura pero pudo vencer los controles en el aeropuerto de Ezeiza.

Sobre Bracamonte pesa un pedido de procesamiento por arrojar bombas de estruendo en el partido de eliminatorias que Argentina y Brasil disputaron el 5 de septiembre del año pasado en el Gigante de Arroyito. A su vez, cuenta en su haber con una condena dictada por la jueza Carina Lurati, de dos años de prisión por amenazas coactivas.

El derecho de admisión de la sede del Mundial fue puesto en práctica porque los barras tenían antecedentes por contravenciones a la ley del deporte y porque están incluidos en una nómina que la Subsecretaría de Seguridad en Espectáculos Deportivos (SUBSEF) le entregó a la policía de Sudáfrica.

En declaraciones al portal de noticias Rosario3, el abogado de "Pillín", Carlos Varela, confirmó la deportación y definió a la prohibición del ingreso al país como "una actitud parcial para con estos diez hinchas" y entendió que las posibilidades que Bracamonte se inmiscuya en algún tipo de incidente en tierra africana eran "nulas" porque viajaba con su mujer. "No imaginé que pudiera llegar a darse esta situación, me sorprendió de sobremanera", dijo Varela.

Bracamonte pudo viajar gracias a que la titular del Juzgado de Instrucción Nº 12, Mónica Lamperti, aceptó los avales que presentó el barra brava. La factura de los pasajes a Sudáfrica, dos autos de terceros -uno de ellos un Minicooper- y referencias personales convencieron a Lamperti, quien dio vía libre para que "Pillín" viajara el sábado. La jueza tomó la decisión tras el dictamen del fiscal Esteban Franicevich, quien juzgó que no había riesgo de que Bracamonte no regrese al país. "A veces pintan a alguien como un león pero termina siendo un león herbívoro", dijo Franicevich, minimizando los antecedentes que ostenta el jefe de la barra de Central. "Va en plan familiar", añadió.

Los barras que superaron los controles se hospedarán en una escuela del centro de Pretoria y se sumarán a los 20 barras que llegaron hace unos días. Entre miércoles y jueves llega el último grupo.