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1 Tigre: Islas; Rodales, Echeverría, Blengio, Pernía; Galmarini, Castaño, Esteban González; Morales; Martín Gómez, Stracqualursi. DT: Rodolfo Arruabarrena.

0 Ñuls: Peratta; Vella, Schiavi, Fuentes, Cichero; Dolci, Mateo, Bernardi, Estigarribia; Sperdutti, Bieler. DT: Roberto Sensini

Gol: PT: 8m Stracqualursi (T).

Cambios: ST: Desde el inicio Tonso por Dolci (Ñ) y Cobelli por Cichero (Ñ), 22m Telechea por Gómez (T), 25m Leone por Morales (T) y 33m Faravelli por Bernardi (Ñ),

Arbitro: Luis Alvarez

Cancha: Tigre

Lo que insinuó Ñuls ante Lanús no parece ser lo que es realmente el quipo de Roberto Sensini. Es que la lepra visitó ayer a un rival que aspira a preservar la categoría y cayó dejando muchas dudas, como semanas atrás había sucedido ante Estudiantes. La derrota dejó a la lepra en el tercio inferior de tabla. Juan Manuel Cobelli, el goleador de los dos primeros partidos, jugó 45 minutos, pero no pudo mantener su promedio goleador, ni siquiera cuando ingresaron Tonso y Faravelli. El rojingro terminó con todos sus talentos en cancha, pero jamás fue mejor que el rival.

No tiene Tigre un jugador con capacidad de descubrir espacios con un pase como Enzo Pérez. El volante de Estudiantes fue el motor creativo del pincharrata ante la lepra, en la primera fecha. Pero lo hecho ayer por Ñuls, al menos en la primera parte, fue muy parecido a lo que sufrió en el debut ante los platenses.

Los principales yerros de la lepra estaban en defensa. Incluso en jugadas de menor relevancia, como la que derivó en el gol, que nació en el centro al área para un jugador de Tigre marcado por dos jugadores de de Ñuls. Falló Schiavi en el salto, luego Vella le erró a la pelota en el despeje y González devolvió el centro para que Stracqualursi cabecee dentro del área menor con envidiable comodidad.

Nunca se recuperó Ñuls del prematuro gol local. Por el contrario, Tigre elevó cada vez más su intensidad, llevando el desarrollo del partido a un desequilibrio que hizo acordar a lo mostrado ante Estudiantes por los dirigidos por Sensini. Pero los de Victoria carecen de jugadores como los del campeón, por lo que las repetidas defecciones defensivas rojinegras podían ser resueltas por Peratta.

En el mediocampo no se vio a Bernardi o Mateo con pelota al pie. Los volantes siempre corrían para recuperar, síntoma de que el equipo estaba fracturado por su incapacidad de recuperación. Dolci pasó desapercibido, mientras que Bieler y Sperdutti nunca recibieron juego. Gómez y Morales tuvieron sus ocasiones de gol para ampliar la diferencia, pero los remates salieron desviados. Un cabezazo Mateo, que se fue cerca del segundo palo, fue lo único de la lepra en ataque.

Sensini no puso reparos para hacer autocrítica y en el entretiempo buscó renovar el equipo con los ingresos de Tonso y Cobelli. El primero sabe jugar con pelota al pie; el segundo se ocupa de la definición. Pero demoró más de 20 minutos el rojinegro de encontrar el juego pretendido con las variantes.

Tonso aparecía de a ratos y en la que Cobelli tuvo mano a mano con el arquero definió el cuerpo del uno. Las modificaciones sacaron a Ñuls de su campo pero no abrieron los caminos de Islas. La lepra jugaba siempre al mismo ritmo y los pases, indefectiblemente, se hacían para jugadores con marca sobre sus espaldas.

La última apuesta de Sensini fue incluir al chico Faravelli, de muy buenos antecedentes en reserva, pero de solo 17 años. Ñuls terminó jugando con sus mejores talentos en cancha. Pero no salió nunca de apuro y se vio siempre apremiado ante un rival que no es de los mejor del torneo.

Terminó Ñuls jugando en campo de Tigre, empujando a puro pelotazo, justo cuando había apostado por el juego con abajo con los ingresos de sus juveniles creativos. Perdió la lepra dejando imagen negativa, como ante Estudiantes, aunque Tigre es mucho menos que el campeón.