Ya de nada sirve reparar en detalles deportivos. Central volvió a perder, esta vez en Tucumán, y el sueño del ascenso ya tiene olor a hazaña. Central no juega para justificar su regreso a la máxima categoría. Anoche cayó ante un rival de mitad de tabla, incluso al cual logró dominar en largos períodos del encuentro. Pero de Tucumán el equipo de Rivoira regresó sin puntos, al recibir el segundo gol cuando faltaban cuatro minutos para el final. El auriazul está a 12 puntos de los líderes y a seis de los que pujan por un lugar en la Promoción.

Más allá de las estadísticas y lo que dicen los números de Central en la tabla, lo que inquieta es que el equipo de Héctor Rivoira no logró aún jugar un partido con la prepotencia que caracterizan a los campeones, en este caso a quienes caminan hacia el ascenso. San Martín de Tucumán sufre de la ausencia por lesiones de sus figuras y hace frente a su peor momento en la temporada. Así y todo, el auriazul fue tan inexpresivo como si rival.

La primera parte no entregó nada que altere las convicciones de los entrenadores. Ninguno de los equipos superó al otro, por lo cual en materia defensiva ambos estaban satisfechos. Lo que llamaba la atención era la carencia de creatividad para generar algo de fútbol a un toque, como se sugiere para superar la adversidad del rival.

El ingreso de Figueroa por Toledo no alteró las opciones ofensivas del canaya, que tuvo en el despliegue de Vismara el hombre ideal para suplir al suspendido Méndez. Eso fue Central: un equipo que defendió bien y no atacó, porque Rivero no tiene talento de enlace y De León no gravita con sus corridas. Guizasola y Chitzoff, entre tanto, no se ofrecieron como alternativas con sus corridas.

Pero como los tucumanos tienen tantas limitaciones como los canayas, el partido se repartió entre acciones intrascendentes, que castigaban a ambos con el empate cediendo puntos vitales para aspirar a terminar el certamen teniendo un lugar en la pelea por los ascensos y las promociones.

La expresión indecisa que dejó Central en el primer tiempo no se repitió en el complemento. Es que el auriazul adelantó posiciones en el terreno, dejó muestras de su intención de dominar el partido y jugó cerca del López. Para eso impuso marca en el medio, ganó todas las divididas al dar un paso adelante las líneas y generó sensación de que el gol.

En eso andaba el conjunto de Rivoira cuando Ballini se mandó la macana del partido: tomó de la camiseta a Ledesma tras sacar San Martín un tiro de esquina y Vigliano, frente a la jugada, marcó el incuestionable penal. Con derechazo cruzado, Bustos marcó la diferencia.

No había mayores razones para explicar la ventaja de los locales. Por eso cuando Carrizo fue hasta el fondo, sacó el centro atrás y Medina, de derecha, marcó el empate, a falta del diez para el final, no había nada que discutir. Pero Central se obsesionó y le quitó atención a su defensa. Todos fueron por la victoria, y de contragolpe Miguel Fernández, tras bajarla de pecho, aseguró la victoria para el santo tucumano. Con la nueva derrota, ya nadie cree en el ascenso en Arroyito. Ahora la ilusión es jugar la Promoción con un equipo de la A.

2 San Martín (T): López; Serrano, Ledesma, Vera; Robles, Pereira, Bustos, Vega; Centurión; Ibáñez, Miguel Fernández. DT: Carlos Roldán.

1 Central: Broun; Guizasola, Valentini, Braghieri, Chitzoff; Vismara, Ballini, Carrizo; Rivero; De León, Figueroa. DT: Héctor Rivoira.

Goles: ST: 17m Bustos (SM) de penal, 36m Medina (C) y 41m Fernández (SM).

Cambios: PT: 38m Oviedo por Vega (SM), 22m Medina por Ballini (C), 28m De Muner por Centurión (SM), Blanco por Ibáñez (SM), 35m Toledo por Chitzoff (C),

Arbitro: Mauro Vigliano

Cancha: San Martín de Tucumán.