DEPORTES › CENTRAL, EN FLOJO PARTIDO, LE GANó 2 A 1 A TIRO FEDERAL
Rivarola sacó un tiro de otro partido y de otra divisional y le dio el triunfo a Central que quedó a tres puntos de Belgrano. El partido se jugó bajo la lluvia, lo que agudizó todos los problemas que arrastra Central para general juego.
› Por Alejo Diz
1 Tiro Federal: Vega (6); Viola (5), González Bordón (4), Talín (5), Pablo Rosales (4); Prichoda (5), Calgaro (5), Vilce (5), Avila (4); Rossi (6), Armani (4). DT: Alberto Pascutti.
2 Central: Broun (5); Zarif (5), Braghieri (4), Valentini (4), Delgado (5); Méndez (5), Ballini (4), Carrizo (5); Rivero (4); Medina (4), Toledo (4). DT: Omar Palma.
Goles: PT: 2m Carrizo (C) y 12m Rossi (TF). ST: 30m Rivarola (C).
Cambios: ST: Desde el inicio Lazo (4) por Ballini (C), 15m Rivarola por Medina (C), 19m Menicocci por Vilce (TF), 12m Coniglio por Rivero (C), 33m Cuesta por Avila (TF).
Arbitro: Luis Alvarez.
Cancha: Tiro Federal.
La angustia que arrastra la temporada de Central en el Nacional B recrudece en compromisos como los de ayer, donde en el populoso barrio de Ludueña los canayas jugaron sin su público, ante un Tiro Federal que ni siquiera despierta la simpatía del vecino, bajo una cortina de agua incesante, viento y un cielo gris oscuro que hizo del partido un duelo de pelotazos. Tiro la tiraba arriba por su necesidad de puntos para evitar el descenso; Central empujaba para seguir su carrera por la promoción. El local mostró más deseos de abrazar su objetivo que la visita. Central lo buscó menos pero lo encontró antes, con un zurdazo oportuno para sumar otros tres puntos que preservan en Arroyito el sueño del ascenso.
Antes de que el fango cubra el césped el partido entregó dos emociones. La primera a segundos de iniciado el encuentro, cuando Toledo bajó una pelota en el área menor para que Carrizo, sin marca y todo el arco a su merced, toque suave y cruzado ante un Vega con pies clavados en el barro. Los jugadores buscaban su lugar en el terreno cuando el canaya abrió el marcador.
La lluvia mantenía su ritmo. La pelota se frenaba imprevistamente o saltaba larga si caía en un espejo de agua. Era arriesgado adivinar el andar del balón, mucho más para Braghieri y Valentini, que fallaban en cada cierre y perdían en cada salto. Como en la corrida de Avila por izquierda y el centro a Rossi, quien cabeceó al segundo palo para superar a Broun y equilibrar las acciones.
Con Prichoda llevando la pelota, Rossi terco para correr a todo jugador de Central que le pasara cerca y el chico Avila a veces decidido a desafiar a Zarif, Tiro Federal ató a Central en su campo y cuando Vilce intentó por abajo el fondo auriazul quedó siempre mal parado.
Apenas una mediovuelta de Toledo, con disparo a las manos de Vega desde fuera del área, dejó el balance ofensivo de Central en ataque. Mientras que los yerros de Braghieri y Valentini alentaban la sensación de que Tiro rondaba cerca del segundo gol. Al menos en la primera parte.
Como el agua no paró de caer, y el balón se detenía en distintos puntos del campo, ya para el segundo tiempo los pases se hacían solo con centros. Ambos equipos tuvieron problemas en el año para jugar buen fútbol, muchos más con las condiciones climáticas de ayer.
Entonces lo que jugaron fueron los cambios. Lazo no alteró la monotonía ofensiva, como tampoco Menicocci en los tigres. Palma probó luego con Rivarola, el ingresar por Medina, para así modificar la posición de los jugadores en ataque. El defensor ingresó para jugar de volante. Su lugar en el campo de juego fue determinante: de una salida de lateral cerca del área mayor falló González Bordón en un despeje y Rivarola surgió a la carrera para sacar un zurdazo cruzado que no le dio chances de reacción al buen arquero de los tirolenses.
Fue extraño ver un gol de Central sin que nadie en las tribunas lo grite. Ni siquiera los chicos que se treparon al micro estacionado en la puerta de la cancha. Los pibes canayas lograron pisar el techo del colectivo y alzar una bandera auriazul, hasta que la policía los vio y se debieron bajar.
La derrota dejó a Tiro Federal pisando la cornisa y a punto de caerse al Argentino A. Los nervios estallaron en el medio centenar de hinchas tirolenses que soportaron la lluvia y la desazón del equipo. La impotencia se trasladó a los jugadores, quienes tiraron más patadas que pelotazos en el tramo final del encuentro, generando discusiones en cada acción. Y de eso sacó ventaja Central, que veía pasar los minutos sin que la pelota estuviera mayormente en juego.
Los tres puntos que Central se llevó a Arroyito elevaron las chances de que el equipo llegue a la promoción en los últimos cuatro partidos que quedan por jugarse, cuando está a tres unidades del cuarto puesto. Eso fue lo único bueno del paso del canaya por barrio Ludueña.
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