Y un día habló. Alberto "Tato" Camino, hermano de Pimpi, fallecido ex líder de la barrabrava de Ñuls, rompió el silencio. "Yo no iba a ir a la cancha porque me tengo que presentar en la seccional 11ª una hora antes y una hora después de cada partido. Yo no movilizo a la gente, no tengo nada que esconder", dijo al programa Alta Fidelidad que se emite por Radio Dos. De todos modos, afirmó que las personas que se encontraban en la esquina de Alice y Gutiérrez, en la zona sur, en el momento del tiroteo, se habían movilizado "de manera pacífica". En tanto, el secretario de Seguridad de la provincia, Horacio Ghirardi, entendió que los incidentes se produjeron por "algo más que una disputa por el liderazgo" del paravalanchas central de la tribuna rojinegra. Por su parte, en diálogo con Rosario/12, el titular de la Unidad Regional II, Cristian Sola, reconoció que en los últimos tres partidos que Ñuls jugó en el Coloso dispuso un control en los Fonavi en los que se reúne el grupo de hinchas allegado a los hermanos Camino y adelantó: "Seguramente vamos a hablar con el juez y no descartamos una prohibición de ingreso a ciertas personas". En tanto, el jefe de la seccional Nº 11, Máximo Alegro, herido de bala en el glúteo, continúa estable, internado en el Hospital Italiano.

Tato dijo conocer a uno de los dos detenidos tras la balacera perpetrada en zona sur en la previa al partido entre Ñuls y San Lorenzo. "Lo conozco porque vive cerca, es uno de los laderos del Panadero Ochoa", apuntó en referencia al actual líder de la barrabrava leprosa. Sola no puede refrendar los dichos de Camino, pero señaló que observarán videos con imágenes de Ochoa en el Estadio Marcelo Bielsa para reconocer quiénes suelen acompañarlo y si los detenidos se encuentran dentro de ese grupo. "Hay gente que tenemos identificada, pero obviamente cuando vos indagás si pertenecen a este grupo o no, jamás lo van a aceptar", narró el policía.

Sola confirmó que en el día de ayer no se produjeron novedades en la investigación del hecho y que, en la semana, junto al juez de Instrucción Javier Beltramone continuarán trabajando a fin de conseguir más testimonios que esclarezcan el tiroteo. El titular de la Policía rosarina explicó que en las últimas tres jornadas que el rojinegro jugó como local ordenó tareas de control en la zona donde se agrupa lo que quedó de la barra de Camino. "Siempre se juntaban ahí y algunos habían venido a la cancha. En este caso, teníamos conocimiento de que podían ser más, por eso se había dispuesto no un acompañamiento, sino un control, porque no damos identidad a un grupo de personas como hinchada", describió Sola y agregó: "No era escolta, simplemente un contralor por cualquier cosa que pudiera pasar". Para el último partido del semestre en el Coloso, ante Colón, Sola dispondrá "la cantidad de efectivos que sean necesarios" para evitar nuevos incidentes.

Por su parte, la Agrupación Socios e Hinchas Autoconvocados emitió un duro comunicado en el cual responsabilizan a Ghirardi de los "hechos sucedidos" y pidieron su renuncia "por incompetencia, inacción y conflicto de intereses".