Si bien Luciano Figueroa (foto) tiene contrato hasta junio de 2012 con Central, el goleador quedará marginado del plantel profesional si no acepta revisar los números de su vínculo laboral. Los dirigentes canayas afirman que el presente contrato del delantero escapa a los recursos de la tesorería, por lo cual le elevaron una nueva propuesta, aún no aceptada por el futbolista. Por otra parte, hoy se presentará a entrenador en Granadero Baigorria Guillermo Burdisso, aunque ratificó el defensor su decisión de no volver a vestir la auriazul.

Los dirigentes de Central se reunieron con Jorge Figueroa, padre de Lucho, para renegociar las condiciones del contrato que en 2009 su hijo firmó con Horacio Usandizaga, por entonces presidente de Central. El club le debe al futbolista más de un año de dicho vínculo, deuda el cual se le propuso saldar en cuotas. Lo que Central no quiere pagarle es el tercer y último año del vínculo. Por ahora Figueroa no dio señales de querer reconsiderar el dinero a ganar para los próximos 12 meses, y de no haber acuerdo la dirigencia lo marginará del primer equipo, como tiempo atrás se hizo con Cristian González o José Shaffer, por citar algunos casos.

Figueroa se encuentra de pretemporada con el equipo en Necochea y a su regreso se resolverá su protagonismo en el club para la temporada que arrancará el 4 de agosto. También es conflictiva la relación del club con Guillermo Burdisso. El defensor tiene un año más de relación laboral con la entidad pero se niega a jugar en la B. Burdisso anunció que hoy entrenará en Granadero Baigorria para cumplir con su compromiso contractual, pero la situación solo se resolverá si aparece una oferta para vender sus derechos económicos. Central no acepta cederlo a préstamo dado que en doce meses Burdisso se quedará con el pase en su poder.