En su tercera presentación del torneo, Central repitió aciertos y defectos que descubrió en su debut: un equipo firme en defensa pero vacío en ataque. Atlanta lo atacó con decisión, como quizá no se atrevieron sus anteriores rivales, y el fondo auriazul resistió sin zozobras, incluso a pesar de la ausencia de Leonardo Talamonti. Pero cuando el local retrocedió, empujado por un canaya algo ambicioso en ofensiva, el equipo desnudó otra vez sus limitaciones, con volantes que no colaboran en los menesteres goleadores de Medina y Castillejos. Los cambios no alteraron las generales del rendimiento, y por eso Central cedió ayer sus primeros puntos en el Nacional B con un empate sin goles en su visita a cancha del bohemio.

Cuando Central juega de visitante, los objetivos del equipo se dividen por tiempo jugado. Como ocurrió en su visita a Defensa y Justicia, ayer, ante Atlanta, tuvo al canaya en posición defensiva en la primera parte, actitud que lo condenó a no generar una sola situación de gol. En el complemento Juan Pizzi mostró la otra cara del equipo, con el auriazul pisando más asiduamente el terreno rival y por tal exigiendo participación en el arquero de Atlanta. Pero a diferencia de lo hecho en Florencia Varela, donde encontró dos goles en dos contragolpes, en Villa Crespo el equipo jamás logró superar al rival con pelota en movimiento.

La mayor emoción fue un cabezazo desviado de Medina. Y nada más. Central falló en ataque porque prioriza el invicto de su arco. Solo así se puede sostener dejar pasar 45 minutos sin ilusionarse con el gol. Atlanta fue explícito en sus intenciones de ganar. Impuso ritmo con la habilidad para tocar la pelota de Lugo y Aparicio, supremacía que no agravó los problemas para Broun porque Mozzo fue el mejor de todos en la tarea de la recuperación.

Una maniobra individual de Abel Soriano dejó al delantero frente al gol, pero su remate se desvió en un oportuno cruce de Valentini, en la más riesgosa para el canaya. Pero en verdad los problemas de los dirigidos por Pizzi comenzaban cuando el equipo tomaba la pelota, como acusó también ante Gimnasia y Esgrima. Es que Lombardi y Gómez no aportan nada al despliegue de Medina y Castillejos, y Alderete cargó con los desajustes que aparecen tras dos meses de inactividad.

No hubo rebeldía en los primeros 45 minutos para romper el molde táctico de Pizzi. Tampoco en la segunda parte. Aunque el equipo dejó atrás sus máximas defensivas, se paró 20 metros más adelante, logrando descomprimir el dominio del bohemio y generando juego cerca de Llinás. Pero solo eso.

Ante Defensa y Justicia las soluciones la aportaron los que ingresaron desde el banco. No fue el caso de ayer. La receta fracaso. Costa, Carrizo y Salinas no sacaron al equipo de su desorientación ofensiva. En ataque Central no tiene el libreto escrito que ostenta en materia defensiva. Y cuando el gol no es prioridad el mejor resultado es el empate.

0 Atlanta: Llinás; Pajón, Cherro, Milán, Segovia; Galeano, Pogonza, Lugo; Aparicio; Andrés y Abel Soriano. DT: Javier Alonso.

0 Central: Broun; Ferrari, Valentini, Lequi, Rivarola; Lombardi, Mozzo, Alderete, Gómez; Medina, Castillejos. DT: Juan Antonio Pizzi.

Cambios: ST: 11m Costa por Gómez (C), 23m Nicolás Ramírez por Andrés Soriano y Ferracut por Lugo (A), 25m Carrizo por Lombardi (C), 32m Guzmán por Aparicio (A) y 36m Salinas por Medina (C).

Arbitro: Fernando Echenique

Cancha: Atlanta.