DEPORTES › FUTBOL. EL EQUIPO DE PIZZI LE GANó 2 A 1 A INSTITUTO TRAS ESTAR EN DESVENTAJA
Los cambios del entrenador en el entretiempo permitieron al canaya obtener un nuevo triunfo, que lo coloca en la cima de la tabla junto a River. Llegaron durante todo el complemento pero sólo pudieron festejar a 5 minutos del final.
Otra vez, como ante Defensa y Justicia, los cambios que Juan Antonio Pizzi movió en el amanecer del segundo tiempo le dieron el triunfo a Central. El entrenador modificó el esquema original, ubicó a Carrizo de organizador y llenó de delanteros el área rival. De ese modo, revirtió el primer tanto de Instituto y lo dio vuelta con goles de Ferrari de penal y Castillejos, en el final del encuentro. Los tres puntos le sirvieron al canaya para alcanzar a River en la cima de la tabla de posiciones de la B Nacional.
Pizzi confía en Carrizo y Gómez como generadores de juego. Sin enganche en la cancha, el entrenador canaya apuesta a los rápidos volantes externos. El problema aparece cuando, como ayer, los mediocampistas por las bandas son bien controlados por un equipo bien parado como Instituto. De la escuela de Marcelo Bielsa, Darío Franco pone en cancha un riguroso 433. Pelota al piso dentro de lo posible, volantes que se desmarquen y pasen al ataque y tres jóvenes atacantes que dominan cada sector de la ofensiva. Con esos atributos, salió a la cancha a enfrentar de igual a igual a Central. Y hasta que el local no logró acomodarse, lo molestó más de la cuenta.
Mozzo es un cinco clásico, rudo, férreo. Alderete tiene similares características al uruguayo, un poco más de juego, pero no puede erigirse como el valuarte de las acciones ofensivas. Por ese motivo, cuando los delanteros no son abastecidos de buena manera, los ataques del canaya se resuelven con pelotazos de los defensores. Y así fue como Central arrimó peligro durante toda la primera etapa. A los 27 minutos, tras un largo envío de Valentini y el mal cálculo de Barsottini, Salinas quedó mano a mano con el arquero y en lugar de definir con frialdad le pegó fuerte, pero tan fuerte que la mandó por encima de travesaño.
Unos minutos después fue Lequi el que remató al lado del caño izquierdo de Chiarini, tras un pifie de un defensor de la gloria en la salida de un corner. La seguidilla de situaciones de riesgo motivó al equipo de Pizzi, que en el último tramo de la etapa fue en busca del primer tanto con más insistencia. Con escasos atributos futbolísticos, pero con la presión, la potencia física y la solidez como argumentos destacables. Las situaciones se sucedían, pero la falta de puntería del canaya marcaba el tiempo de una etapa que moría de a poco. La expulsión de Canever cooperó con la tendencia del partido y el tanto de Central estaba al caer.
Por ese motivo, resultó inimaginable que Instituto se fuera al descanso en ventaja. A los 40 minutos, Fileppi se soltó, aprovechó por la izquierda una desconcentración de Carrizo y le pegó cruzado ante la estéril estirada de Broun. Los 2.300 cordobeses ubicados en la tribuna alta de la popular de Génova lo festejaban extasiados e incrédulos.
Pizzi no titubeó y cambió de esquema desde el arranque. Dispuso el ingreso de Costa y Biglieri y acertó colocando a Carrizo de organizador. El pibe se sintió más cómodo y dribleó y generó juego por ambas bandas. Se convirtió en el elemento que le falta a Central. Gracias a su inteligencia y panorama para elegir positivamente, Central encontró los huecos desde donde lastimó a Instituto.
El canaya arremetía por todos lados a la gloria, que no lograba traspasar la mitad de cancha. La segunda etapa era un monólogo de Central que no podía transformarse en festejo por varios errores en la definición que sólo pudieron suplirse a través de un lícito penal que Ferrari convirtió en gol a los 24 minutos.
Los de Pizzi no se conformaron con la igualdad y con la misma superioridad de toda la etapa fueron en busca del merecido gol del triunfo. A falta de cinco minutos, Costa peinó un centro de Gómez y Castillejos, bien ubicado dentro del área, conquistó el tanto con un zurdazo en el ingreso al área chica.
El año pasado, un partido similar a este hubiera culminado con derrota por el nerviosismo del equipo y la presión de la hinchada. Revertir la ventaja de Instituto significa mucho más que el resultado en sí. Es un paso más para encontrar el camino correcto y vencer los temores del pasado.
Central: Broun; Ferrari, Valentini, Lequi, Rivarola; Carrizo, Mozzo, Alderete, Ricardo Gómez; Castillejos, Salinas. DT: Juan Antonio Pizzi
Instituto: Chiarini; Damiani, Barsottini, Erpen, Canever; Videla, Coronel, Fileppi, López Macri; Dybala, Burzio. DT: Darío Franco.
Goles: PT 40m Fileppi (I), ST 23m Ferrari de penal (RC), 40m Castillejos (RC)
Expulsado: PT 37m Canever (I)
Cambios: PT 42m Rébola por Dybala, ST Desde el inicio Costa por Rivarola y Biglieri por Alderete (RC), 14m Gagliardi por Burzio (I), 24m Medina por Salinas (RC), 34m Encina por Fileppi (I)
Arbitro: Diego Ceballos
Cancha: Rosario Central
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