"Ojalá el lunes podamos ganar para que el técnico (Javier Torrente) se quede con nosotros", manifestó Diego Mateo. La expresión de deseo del defensor de Ñuls responde a la fragilidad del entrenador al frente del primer equipo rojinegro, surgida tras la exigua cosecha de un triunfo en ocho partidos. Para el trascendente juego de pasado mañana Torrente está resuelto a hacer cambios, siendo uno de ellos el de Víctor Aquino por Pablo Pérez, mientras hoy evaluará el de Néstor Camacho por Víctor Figueroa.

Si bien el jueves la dirigencia de Ñuls se presentó en el práctica para revalidar la confianza sobre Torrente, en el parque Independencia todos asumen que de no vencer el equipo a Godoy Cruz --lunes a las 21.15-- concluirá el ciclo del ex ayudante de campo de Marcelo Bielsa en el club. "Estamos a muerte con el cuerpo técnico. Pero sabemos que no nos queda otra que ganar", admitió Mateo.

Torrente se dedicó en la práctica matutina de ayer a corregir los defectos que muestra el conjunto en materia ofensiva. Para eso armó un equipo titular con Peratta; Vergini, Mateo, Pellerano, Ferracuti; Bernardi, Villalba, Figueroa; Sperduti, Noir, Aquino. Es decir que, respecto al once que cayó con Racing, ingresó Aquino por Pérez. Y luego el entrenador puso a prueba el funcionamiento en ataque con Camacho en lugar de Figueroa. El volante paraguayo no entregó mayores motivos en la práctica para justificar su ingreso ante Godoy Cruz.

"Esta situación nos duele a todos. Ya no sirven las palabras. Para mejorar la situación solo nos queda ganar el lunes", reconoció Mateo.