0 Huracán: Monzón; Lemos, Filippetto, Desvaux, Pautasso; Machín, Leiva, Sánchez Prette, Battaglia; López, Oviedo. DT: Diego Cocca

1 Central: García; Ferrari, Lequi, Valentini, Delgado; Carrizo, Ballini, Gómez; Rivero; Medina, Castillejos. DT: Juan Antonio Pizzi

Gol: PT: 29m Castillejos (C).

Cambios: ST: Villegas por Sánchez Prette (H), 10m Zarif por Carrizo (C), 14m Milano por López (H), 19m Biglieri por Medina (C), 24m Nieto por Battaglia (H) y 34m Peppino por Gómez (C).

Arbitro: Diego Ceballos.

Cancha: Huracán.

Expulsados: PT: 3m Ballini (C) y 35m Filippetto (H).

La semana pasada, ante Ferro, Central se hizo de una victoria que lo devolvió a las primeras cuatro posiciones de la tabla. Ayer, frente a Huracán, el canaya tuvo la virtud de repetirse, incluso jugando en mejor nivel que días atrás, logrando una segunda victoria consecutiva que alienta buenos pronósticos para Arroyito. Es que el equipo de Arroyito empezó a superar dificultades imponiendo virtudes ﷓ayer se quedó con diez a los tres minutos y no se aturdió﷓﷓, su fútbol luce superior al de los rivales, recogiendo puntos de tres, que ahora lo ponen un poco más arriba en la tabla y más cerca de sus ilusiones. Le ganó al globo por la mínima, con un gol insólito de Castillejos, quien provocó un torpe error del arquero Monzón, pero debió hacerlo por más.

Por una acción fortuita, como la expulsión de Matías Ballini a los tres minutos del partido, Central se descubrió como un equipo con convicciones, como las que sostuvo desde el minuto cuatro, cuando quedó con un hombre de menos. La torpeza del volante que reemplazó a Andrés Alderete en dejar al canaya con uno menos no alteró planes, ni puso en duda lo planeado en la semana. Central corrió con misma decisión, superando así su propios problemas y luego los del rival.

Porque el auriazul fue creciendo en juego, siendo cada vez más punzante que en la jugada anterior, más preciso y con ideas diáfanas, como las de buscar avanzar en las corridas de Medina, o sorprender en las apariciones de Delgado. Gómez también hacía aportes por izquierda, o a veces eran Rivero o Carrizo, mientras que en el fondo Lequi y Valentini cerraban cualquier senda abierta hacia García.

En Central las acciones de gol se sucedían, mientras que Huracán apenas si llegaba a probar de afuera del área con tiros de López y Oviedo. Pero más que el talento, fue la perseverancia la que puso a Central en ventaja. Más precisamente la de Castillejos, que se esforzó por tapar una salida con la mano de Monzón, se quedó con la pelota y definió cruzado, dejando en ridículo al arquero del globo y Fileppetto, que ante el cierre le erró a la patada de despeje sobre la línea. Y minutos después Medina, con su velocidad, sacó a Filippeto de la cancha, luego que el defensor le cometiera dos infracciones que fueron sancionadas con amarilla. A los 35 minutos Huracán también jugaba con diez.

El fútbol del segundo tiempo fue otro, aunque no por ello Central cedió protagonismo. Lo que cambió fue el rol del canaya, que se acomodó para jugar de contragolpe, ante las urgencias de Huracán. De igual modo, Central no retrocedió a su campo. Mantuvo la presión arriba, al punto de Castillejos correr más que cualquier volante. Y lo tuvo en dos o tres corridas el goleador, pero falló en todas sus decisiones, a veces dando un pase de más, o bien rematando desviado.

Central impuso condiciones en el juego. Al punto que Huracán nunca le encontró el secreto a la estrategia defensiva de Central. Un rebote de García, tras un tiro libre, dejó a Oviedo rematando con zurdazo alto, en la única clara que contaron los locales.

Los niveles de tensión se mantuvieron, yendo el juego de un área a otra, como cuando Lequi salía jugando para Gómez y el volante pisaba área rival con pelota al pie. Por ahí pasarán las inquietudes de Pizzi para resolver en la semana: hacer de Central un equipo de poder ofensivo cuando tiene todas las condiciones a favor. Hablamos de detalles. Lo principal es que Central gana, ahora también de visitante, y lo hace con argumentos creíbles para verlo más cerca del primer puesto que del cuarto.