2 Lanús: Caranta; Ledesma, Goltz, Izquierdoz, Balbi; Fritzler, González; Pereyra, Camoranesi, Regueiro; Romero. DT: Gabriel Schurrer.

2 Ñuls: Peratta; Díaz, Vergini, Pellerano, Vangioni; Pérez, Mateo, Bernardi, Tonso; Sperduti, Falcone. DT: Diego Cagna

Goles: PT 19m Romero (L), 38m Mateo (Ñ), 43m Pérez (Ñ), ST 7m Regueiro (L)

Cambios: ST 8m Pavone por Pereyra (L), 18m Noir por Falcone (Ñ), 28m Carranza por Romero (L), 32m Figueroa por Bernardi (Ñ), 38m Pizarro por Camoranesi (L),

Arbitro: Néstor Pitana

Cancha: Lanús

Ni siquiera jugando su mejor partido en el Apertura puede ganar Ñuls. La lepra dominó y sometió a Lanús en varios tramos del partido, pero debió conformarse con la igualdad. Supo recuperarse de la ventaja que tomó su rival, lo dio vuelta pero no pudo sostener el resultado. A pesar del buen desempeño, cerró un certamen para el olvido. Consiguió solo una victoria y la cuenta de partidos sin triunfos no se detiene: llegó a quince. Muestra un rendimiento mejor que muchos de los equipos, pero tiene gravísimos inconvenientes para marcar. Ayer, la agregó muchos problemas en defensa.

Ante un equipo como Lanús que intenta tratar la pelota con cuidado, explotando la rapidez de sus volantes, pero siempre con la propuesta de no perder la tenencia de la pelota, Ñuls no se achicó. Se plantó de igual e igual y, con sus sabidas debilidades a cuestas, buscó apelar a las mismas virtudes de su rival. Y no le fue mal. Porque arrimó peligro y desajustó la última línea granate, aunque volvió a mostrar su falta de contundencia. Al menos en los primeros minutos del partido.

Sin embargo, la ventaja territorial leprosa no se pudo sostener. Con la ayuda de la pasividad de la defensa del equipo de Cagna, González y Romero completaron una exquisita doble pared que el delantero facturó por sobre el cuerpo de un Peratta que se revolcaba en el piso. Sin merecerlo, el local se puso arriba en el tanteador a los 19 minutos. Contundente, una llegada, un gol.

Ñuls no sintió el golpe y continuó tal como estaba jugando. Generando juego, presionando en mitad de campo y probando por ambas bandas, sobre todo por la izquierda desde donde el pibe Tonso preocupaba a los defensores granates. Lanús seguía con su receta, perdía el dominio de la pelota, pero cuando lograba superar la zona de volantes y contaba con libertades, disponía de muchos espacios en el área de Peratta.

Tanto merodeó la lepra que llegó al merecido empate. Mateo le cambió la dirección a un córner y la colocó al segundo palo de Caranta. Y no se quedó, lo fue a buscar, a ganar. A los 43 minutos, Bernardi le dio una gran asistencia a Pérez que sorprendió pegándole de volea y estampando el desnivel. Un minuto después, el travesaño le dijo que no a Vangioni. Un vendaval de Ñuls en pocos minutos para dar vuelta el marcador.

Pero tras el descanso cedió terreno y dominio a Lanús, que rápidamente logró el empate. A los 7 minutos, Camoranesi envió un centro preciso que Regueiro mandó a la red, valiéndose de una falla de cálculo grotesca de Vergini. Todo lo bueno, lo mejor en el torneo, que la lepra hizo en ataque lo dilapidaba en defensa. Lanús, con más oficio, no perdonaba errores.

Ese tanto, el segundo, sí resintió a Ñuls. El partido se tornó más trabado, aunque con una leve superioridad del local. Los de Cagna se pincharon, perdieron sorpresa y cedieron la iniciativa. Cuando de a ratos Lanús lo arrinconaba aparecían graves falencias en defensa. Los cuatro del fondo no eran garantía de nada. Pavone e Izquierdoz tuvieron sus chances y por poco no celebraron el tercero. El entrenador leproso sacó al inofensivo Falcone y metió a Noir, de similares aptitudes.

Recién a los 30 minutos dispuso de una situación Ñuls. Noir apareció de nueve y se anticipó al defensor, pero Caranta contuvo el remate en el primer palo. Cagna entendió que su equipo perdía la pelota y sacó a Bernardi y metió al enganche Figueroa. Con menos chances que el granate, pero el rojinegro estaba expectante y esperaba una oportunidad para marcar otro gol. Sin embargo, sufría por la soledad con la que cabeceaban los jugadores locales cerca de Peratta.

Susto va, susto viene, Ñuls se terminó conformando con el empate. Figueroa casi lo gana en el tiempo de descuento. Pero, una derrota hubiera sido mucho más difícil de digerir. Jugó uno de los mejores lapsos que se recuerden en mucho tiempo, demostró que tiene armas como para recomponerse de la crisis profunda. Pero no le alcanza, siempre precisa más.