Cada seis meses el culebrón se renueva. Pero el argumento se repite y ahora son pocos los que se interesan por el final de la novela que tiene como protagonistas a Ariel Ortega y Ñuls. El Burrito no apareció por el parque Independencia tras el juego del miércoles con Vélez. Exige el pago de haberes atrasados, por lo cual no volverá a jugar con la rojinegra en las dos fechas que restan del Clausura. No estará esta tarde. Y, probablemente, ya no continuará en la institución. En los últimas semanas la estrella del plantel saturó a Nery Pumpido por su irregular conducta y ya no cuenta con el cómplice respaldo del entrenador. "Tiene que hablar con los dirigentes", manifestó ayer Pumpido, dejando en claro que Ortega deberá rendir cuentas frente a Eduardo López.

A diferencia de los últimos episodios, ahora no hay un tercero interesado en la discusión. Es que River no apareció en escena para lograr la contratación de Ariel Ortega. Lo que separa al Burrito de Ñuls es la disparidad que hay entre rendimiento y conducta. Si antes a la estrella leprosa se le toleraban faltazos a las prácticas y a las concentraciones era por el desempeño que lucía sobre el césped. Pero en el último mes, donde el primer equipo afrontó compromisos determinantes, Ortega ofreció una versión futbolística preocupante, no trajo soluciones al equipo y, simultáneamente, sus apariciones en las prácticas fueron mermando de frecuencia.

Cansado de su falta de palabra, Nery Pumpido está dispuesto a prescindir de sus servicios. "Ortega no va a jugar. Tiene un problema que tendrá que solucionar", fue la escueta referencia que hizo ayer el entrenador leproso sobre la figura del parque Independencia.

Luego de llegar a Chile dos horas antes del encuentro con Unión Española, y tras ausentarse de la concentración para pasar la noche en un canto bar previo al encuentro con San Lorenzo, Pumpido le quitó su confianza y derivó la situación del jugador a los dirigentes.

Y ayer, al ser consultado por los directivos por su ausencia de los entrenamientos, el jugador puso como condición para regresar al club el cobro de los haberes atrasados. Pero como su pase pertenece a Ñuls, Eduardo López lo negociará durante el prolongado receso (dos meses) para recuperar parte de la inversión, y sacarse de encima el contrato más oneroso del primer equipo. Su suerte en Ñuls ya está echada, más allá del interés que ahora muestre River por recuperarlo.