Con el resultado alentador ante Boca Unidos, Central recuperó un poco de calma y puede darse el lujo de olvidar el pobrísimo rendimiento que mostró en el comienzo ante Sarmiento. Con tramos de buen fútbol y otros donde primó la lucha en el haber, el director técnico canaya Miguel Angel Russo podrá afrontar a partir de hoy una semana de trabajo con más tranquilidad. En los días previos al choque ante Huracán, que ayer fue goleado en su estadio por Gimnasia de La Plata, quedará aguardar la recuperación de los lesionados. Paulo Ferrari es el más complicado porque arrastra una molestia desde el partido en el Gigante, pero Alejandro Gagliardi y José Luis García terminaron con inconvenientes el juego que se disputó en Corrientes.

Tan necesario era el triunfo en la segunda fecha de la B Nacional como será confirmar el envión en la tercera. Al inexpresivo y desordenado juego que exhibió Central en Arroyito se le sumó la presión, por momentos asfixiante, de los hinchas hacia los jugadores. Tras la decepción del torneo pasado, desde las tribunas se transmite que ahora el margen es ínfimo. Por eso, para rubricar la recuperación vendrá muy bien una victoria ante el Globo, un equipo con urgencias similares y que se preparó para pelear bien arriba, pero que ayer cayó ante uno de los punteros Gimnasia por 4 a 2 y sufrió 7 goles en contra en apenas dos partidos.

Para el partido del viernes, en horario a confirmar, Russo esperará a Ferrari y Gagliardi. El lateral derecho padece una entesis en la inserción del aductor medio izquierdo que le impediría llegar, mientras que el mediocampista ex Instituto sufrió una contractura ante Boca Unidos y tendría mayores chances de disputar el próximo partido. En tanto, el enganche García, de auspiciosa presentación como titular, culminó extenuado, así como el volante Nicolás Freitas, el lateral Gerardo Pérez y el zurdo Diego Lagos, que también dejaron el estadio con golpes, aunque de menor importancia. Los tres jugarían sin inconvenientes.