El triunfo llegó de última para Ñuls. La definición es literal. Casi nada de lo hecho justifica la cosecha de tres puntos. La explicación de la victoria llega entonces por el lado de principal condición que tiene el equipo de Martino: fundar su juego al tener mayor posesión de la pelota que el rival. Casi todo el partido la pelota fue de la lepra. Pero la apuesta con Leonel Vangioni en el medio falló, porque los volantes no levantan su nivel, y la jerarquía del equipo aparece entonces en el desempeño de Gabriel Heinze, sin fallas en la marca, y en la entereza colectiva para sostener los 90 minutos una idea que no prospera. Fue así, como una arremetida de Urruti y mediavuelta de Scocco como el rojinegro se quedó con la victoria sobre el cierre, explosión de triunfo que resonó más fuerte porque Ñuls llegó a la punta (11 puntos), al menos hasta hoy, cuando Colón (10) juegue con River y Boca (9) con Atlético Rafaela.

Ñuls y Estudiantes se dedicaron a jugar. Hubo pocas faltas, interrupciones menores y el árbitro priorizó siempre la ley de ventaja. No para de rodar el balón y mayormente en los pies de los jugadores de Ñuls. Y es allí donde aparece el problema de los leprosos: tienen la pelota y ya no saben qué hacer con ella.

Martino buscó una vuelta de rosca a su propuesta con la aparición de Vangioni en el medio por Bernardi. El zurdo no se ganó un lugar en el rol de volante. Porque al jugar siempre al mismo ritmo, sin cambiar nunca el compás, Pablo Pérez y Maxi Rodríguez no se encuentran más que con pases laterales, siendo cada movimiento anunciado, y más aún con Casco sin el desborde ofensivo de Cáceres (lesionado).

Hubo una triangulación acertada que encontró a Pablo Pérez para definir, aunque en posición adelantada. Fue el primer buen intento. Más tarde Maxi Rodríguez apareció por derecha y Villar sacó su remate al corner, el cual luego ganó por arriba Heinze, aunque con cabezazo desviado. Estudiantes, entre tanto, se mostró inexpresivo, peor aún conformista, y se fue del parque sin jamás intentar exigir a Ñuls.

Pero en el segundo tiempo Ñuls no pudo corregirse en su relación con el balón. La Fiera no encuentra su protagónico, Pérez se muestra con perfil más bajo, mientras que Sperduti y Figueroa parecen no resistir más la presión que ejercen desde el banco Urruti y Scocco.

Sperduti lo perdió abajo del arco tras rebote de Villar en disparo de Vangioni y Pérez lo intentó con derechazo alto. Estudiantes seguía sin atacar con seriedad a Ñuls, casi en exceso de respeto, y los aplausos solo bajaban cuando intervenía Heinze, ganando todos las pelotas que disputó.

Por doble amarilla se fue Braña a diez del final y Ñuls ya tenía en cancha a Urruti y Scocco. Pero jugando con la pelota el equipo no sacaba diferencia. Nunca un pase descubrió un espacio vacío. El encuentro se iba con Ñuls resistiendo con fidelidad a su idea, aunque fallida, y sin perder nunca la línea de juego. Ese fue el mérito del equipo para explicar la victoria. Porque el partido encontró recién en la última jugada la cara de un Estudiantes abatido, cuando Urruti empujó con gambeta enredada entre los centrales y se coló Scocco en la maniobra para dibujando una mediavuelta y con remate cruzado que no llegó a tocar Villar. Fue gol en el cuarto minuto de adicionado. Y aunque no apareció el equipo, Scocco y Urruti se entendieron en una y todo Ñuls lo celebró.

1 Ñuls: Guzmán (6); Casco (4), Vergini (6), López (5), Heinze (7); Pablo Pérez (4), Villalba (5), Vangioni (5); Maxi Rodríguez (5), Sperduti (4), Figueroa (5). DT: Gerardo Martino.

0 Estudiantes: Villar (6); Ré (5), Desábato (5), Schunke (5); Jara (5), Braña (4), Martínez (6), Iberbia (4); Núñez (4); Gastón Fernández (4), Carrillo (4). DT: Diego Cagna.

Gol: ST: 49m Scocco (Ñ).

Cambios: ST: 14m Gelabert por Núñez (E), 18m Urruti por Sperduti y Scocco por Figueroa (Ñ), 29m Jonathan Silva por Iberbia (E), 36m Tonso por Pablo Pérez (Ñ) y Nicolás Sánchez por Gastón Fernández (E).

Arbitro: Mauro Giannini

Cancha: Coloso del Parque

Expulsados: ST: 35m Braña (E) y 44m López (Ñ).