La dirigencia de Central recibió ayer la reprobación unánime del socio a su gestión de gobierno, en una asamblea realizada en la subsede del Cruce Alberdi, a la cual asistieron alrededor de mil personas. La agrupación Refundar Central pidió la renuncia de los síndicos por no cumplir el rol de veedores, otro socio leyó y le recordó al presidente Norberto Speciale sus 14 puntos por lo cuales había renunciado como vocal de la Comisión Directiva presidida por Horacio Usandizaga, y Carlos Carloni, en representación del "Foro de Agrupaciones Canallas", aseveró: "Estamos en presencia de la peor crisis económica, institucional y deportiva de nuestros 123 años de historia". Antes, un puñado de barras levantaron la mano para aprobar presupuesto y memoria y balance.

Si bien fue la asamblea con menos concurrencia de los últimos años, en la de ayer el socio pudo expresar su desazón y quedó visiblemente polarizado el escenario: por un lado los dirigentes, huérfanos de toda representación política, y sostenido por un puñado reducido de barras, supervisados por su líder Andrés "Pillín" Bracamonte, y por el otro los socios, esta vez organizados a través del "Foro de Agrupaciones Canallas", a excepción del sector de Osvaldo Rodenas.

Pero a diferencia de otras asambleas, los dirigentes de Central bajaron la mirada ante cada reclamo y no hicieron uso de los servicios intimidatorios de los barras para callar los voz del socio. Lo que usaron de los barras --no más de 30-- fueron sus manos, alzadas para aprobar presupuesto y memoria y balance. Claramente la directiva no obtuvo la mayoría para aprobar lo presentado, siendo los representantes de Fiscalía de Estado, Julio Sosa y Alejandra Silberstein, quienes fueron testigos de la burda maniobra.

Los silbidos para Speciale resonaban al unísono cada vez que se lo nombraba. El primero en tomar el micrófono fue Carloni, quien leyó un comunicado redactado por el "Foro de Agrupaciones Canallas", que reúne a todo el arco opositor. "Estamos en presencia de una de las peores crisis deportiva, económica e institucional de nuestros 123 años de historia, producto de graves desmanejos dirigenciales y de un modelo de club que a nuestro criterio está agotado", aseveró Carloni, recibiendo detrás una ovación. "Repudiamos la improvisación en la conformación de un grupo, simplemente aunando apellidos, sin una visión integral de club, a corto, mediano y largo plazo, que respete la grandeza y la identidad de Central", subrayó el dirigente opositor, en referencia a la composición de la actual Comisión Directiva. Luego Carloni cargó contra la confección de libro de socios, la "irregular contratación de Metronec para la implementación del DNI Canalla", "el nulo apoyo al deporte amateur", "la censura a algunos medios partidarios", "la violencia contra los socios en las últimas dos asambleas", entre otros reclamos, y siendo más vehemente al recordar las decisiones tomadas en el área del fútbol profesional.

A continuación llegó el momento más incómodo para Speciale: un socio le recordó los puntos redactados oportunamente por el presidente para renunciar como vocal de Usandizaga. Speciale hablaba allí de un club muy diferente al actual y le preguntó qué hizo con aquellas máximas.

No faltó quien pidió explicaciones por la contratación de Héctor Bracamonte, y el socio Fernando Strano, de Refundar Central, exigió la renuncia de los síndicos.

La agrupación Raza Canalla, que llevó a Speciale a la presidencia, no tuvo representación en la asamblea, por lo cual los dirigentes no hicieron más que escuchar con resignación. "Con qué cara va a decir que esta asamblea es legítima si votaron 16 personas", le preguntó un socio a Speciale. Otros después cargaron contra los representantes de Fiscalía de Estado, quienes decidieron retirarse dando así por finalizada la asamblea.