"Es un partido, no la guerra". Así se pronunció el mediocampista Maximiliano Rodríguez, en una conferencia de prensa que dio ayer en Mar del Plata, con respecto al clásico del domingo ante Central. "Debemos tranquilizarnos. Lo lindo es el folklore y la fiesta, no el drama", pidió el volante que regreso al Parque Independencia a mediados del año pasado. En diálogo con los periodistas, el ídolo leproso admitió que le costó la adaptación al fútbol argentino y espera "dar más" a lo largo de este año, en función de la doble competencia: torneo local y Copa Libertadores.

"Por ahí el año pasado me costó la adaptación al campeonato, creo que es una cosa más de la cabeza que otra cosa. Llegaba después de muchos años fuera del club, con emociones que son fuertes y eso te puede jugar en contra, yo era un jugador que no tenía lesiones y llegué acá y me lesioné tres veces", explicó Rodríguez.

La Fiera recordó que hacía más de "diez, once" años que no realizaba una pretemporada en el país. De características diferentes a los entrenamientos europeos, el volante admitió que son más duros en el inicio. "Acá los primeros quince días te matan, corres mucho, me va a servir. Venía de una lesión, los días que estuve de vacaciones seguí trabajando para ponerme bien, así que estoy muy contento", repasó.

"Nos estamos preparando para las competiciones de alto nivel que se vienen porque no se puede regalar nada. Hemos trabajado muy bien en Mar del Plata, en la parte física el equipo respondió muy bien, los trabajos sirvieron muchísimo tanto en la arena como en el campo, así que vamos a tratar de llegar al inicio del torneo y de la Copa de la mejor manera", dijo Maxi.