El delantero costarricense, Paulo Wanchope, finalmente estampó ayer su firma en el contrato que lo unirá a Central por dos temporadas. Para darlo a publicidad -y de paso despejar los rumores que se habían generado, desde su llegada a la ciudad, sobre su incorporación- la dirigencia llevó a cabo una conferencia de prensa en el Salón Centenario del Gigante, donde el futbolista fue presentado oficialmente como el refuerzo más importante que realizó el club, pensando en el próximo Torneo Apertura. Flanqueado por el presidente, Pablo Scarabino y su amigo, y actual secretario técnico del fútbol del fútbol profesional canalla, Horacio Carbonari, el hombre que le hizo dos goles a Alemania en el último mundial respondió a todas las preguntas, destacando que pudo cumplir su sueño de jugar en el fútbol argentino por el que siente, desde pequeño, "una profunda admiración".

En la tarde de ayer, después que la copia del contrato fuera faxeada y aprobada por su abogado, Paulo Wanchope decidió finalmente jugar en Central por dos años, a cambio de 600 mil dólares por temporada. El delantero tenía previsto para hoy realizarse la revisación médica, y seguramente estará a disposición de Leonardo Astrada a partir de la próxima semana.

El costarricense ingresó al Salón Centenario y se ubicó en la mesa entre Scarabino y Carbonari. "Esto no es costumbre en Central, pero merecíamos contar la historia de todo esto para que se aclare todo", indicó Scarabino, quien aprovechó la presentación para destacar el éxito de la primera gestión que realizó Petaco en su nueva función dentro del club: "Si no fuera por la gran amistad de Paulo con Horacio, este sueño que estamos viviendo ahora no la hubiéramos podido cumplir".

Después de la presentación del presidente auriazul y la muy aplaudida firma del contrato, el goleador de 31 años, que militó en el fútbol inglés y español, dijo que se decidió por Central "después de observar la ciudad y el estar compartiendo con Petaco y allegados al club, hablé con mi familia y les dije que quería jugar acá. Siento que el calor humano es muy importante y que uno se sienta a gusto. Lo poco que he visto me permitió aclarar la duda y por eso decidí quedarme".

Wanchope indicó: "Siempre he tenido mucha admiración por el fútbol argentino, sobre todo por la pasión que hay en los estadios. Y para mí el tener la oportunidad de venir acá y que me abrieran las puertas fue muy importante. Estoy muy ilusionado, es todo un reto para mí venir a este fútbol y poder vivirlo y disfrutarlo. Además la ciudad es muy bonita y sobre todo muy tranquila".

Con relación a la posibilidad de jugar en el amistoso de mañana, Wanchope dijo que "me gustaría, pero creo que no podría. Hay que ser lo más profesional posible, por lo que me pondré a trabajar desde mañana (por hoy) muy duro para estar a punto en el campeonato. Esperamos estar desde el primer partido, pero esa es una decisión del técnico".

Wanchope arrastra una lesión en una de sus rodillas, aunque no le dio mucha importancia. "Quiero mejorar un poco en este aspecto, simplemente necesito hacer trabajos de fortalecimiento cada semana", indicó.

El futbolista se mostró sorprendido por las constantes muestras de afecto del pueblo canalla, en los pocos momentos en los que se trasladó por Rosario. "Se me ha acercado mucha gente a alentarme y motivarme, pero por sobre todo con mucho respeto", destacó el goleador de Costa Rica.

El plantel entrenó ayer por la tarde, haciendo algo de fútbol en espacios reducidos. Para hoy tiene previsto practicar solamente por la mañana, esperando por el amistoso ante San Luis de Potosí, que se jugará mañana en el Gigante, a partir de las 15, con entrada libre y gratuita, aunque a cambio se pedirá que cada espectador lleve consigo un alimento no perecedero.