Central tiene una idea de juego definida, que luce mejor cuando la pelota la tiene Ruben que Aguirre. Una idea que a veces que genera dudas y confusión, y que en otras oportunidades, como ayer, falla decididamente. Esto le viene ocurriendo al equipo de Eduardo Coudet: tiene dudas y confusión, y en ese contexto termina los partidos, al menos de local, jugando a las corridas, con pelotazos al azar, a la espera de un cabezazo de Donatti, una torpeza rival o un error del árbitro. Esto último fue lo que privó a Lanús a dejar al auriazul sin invicto. Se tiró Niell, cobró Loustau y definió el goleador del torneo (10 tantos) Marco Ruben, con derechazo al ángulo desde los doce pasos.

A no creer que el árbitro fue el responsable del empate. No fue el fallo de Loustau lo que condenó a Lanús a sumar un punto cuando merecía los tres, sino el propio equipo granate, que acumuló dominio y jugadas de gol a su gusto, y nunca pudo con Caranta, a excepción del apertura del marcador.

Porque el partido comenzó con 20 minutos de evidente paridad, con Central revoloteando su fútbol entre pases de Cervi y Colman, nunca fructíferos, esporádicas corridas de Aguirre, y muchas fallas al momento de jugar rápido. Lanús no salía de su campo, pero cuando se deshizo de la presión canaya, fue contundente: Caranta la desvió un derechazo a Benítez al recibir un tiro de esquina, y en la segunda ocasión el delantero venció al uno canaya en su segundo remate, luego de que Villagra lograra taparlo lanzándose a sus piernas, en mano a mano que nació en un pelotazo de Monetti que perdió Andrade por arriba, falló Donatti por abajo, y llegó al goleador.

Desde entonces vino lo mejor de Lanús. Le arrebató el protagonismo a Central, y no amplió la ventaja porque Caranta le tapó otro mano a mano a Benítez y Pasquini remató desviado frente al arco. El canaya perdía también en el juego, porque Cervi no fue más que un habilidoso de tres jugadas, Colman jugó a la velocidad que lo hacía Garnero, pero sin la precisión del ex diez de Independiente, Barrientos paso inadvertido y a Aguirre no lo dejaron lanzar centros.

Ninguno de los problemas que tenía Central fueron resueltos con los ingresos de Delgado y Niell. Incluso en el complemento, el partido volvió a estar a disposición del conjunto visitante. Pero Acosta no pudo conectar un centro que le cayó en el área menor, y Caranta volvió a destacarse desviando un remate de gol a Sergio González.

Nada de lo que pretendía Coudet para su equipo salió en cancha. Con las ideas perdidas, Central terminó atacando en tropel, desorientado, en situación que ya se lo vio en otros partidos en el Gigante. Y otra vez le alcanzó para enmendar sus mayores urgencias: salvar el invicto. Para eso contó con la complicidad de Loustau, la ingenuidad de Araujo en tocar la camiseta de Niell y la picardía del delantero para tirarse. La oportunidad la completó el goleador del torneo, con definición al ángulo para evitar la derrota desde los doce pasos, aunque el objetivo era la punta del torneo.

1 Central: Caranta (7); Salazar (5), Donatti (5), Andrade (5), Villagra (5); Barrientos (4), Domínguez (5), Aguirre (4); Colman (4), Cervi (4); Ruben (5). DT: Eduardo Coudet.

1 Lanús: Monetti (6); Araujo (5), Barisone (6), Gómez (6). Velázquez (5); Chamorro (6), Ayala (6), Pasquini (5); Ortiz (6); Acosta (7), Benítez (7). DT: Guillermo Barros Schelotto.

Goles: PT: 25m Benítez (L). ST: 36m Ruben (C) de penal.

Cambios: ST: Desde el inicio Delgado por Barrientos y Niell por Aguirre (C), 20m Montoya por Colman (C), 29m Sergio González por Chamorro (L), 44m Di Renzo por Benítez (L) y 45m Bragieri por Acosta (C).

Arbitro: Patricio Loustau

Cancha: Central