0 Colón: Broun; Villafañe, Conti, Benegas, Clemente Rodríguez; Ledesma, Poblete, Figueroa, Ruiz; Sperduti, Lagos. DT: Darío Franco.
3 Central: García; Salazar, Donatti, Pinola, Villagra; Montoya, Musto, Cervi; Lo Celso; Larrondo, Ruben. DT: Eduardo Coudet.
Goles: PT: 5m Lo Celso (RC), ST: 9m y 19m Ruben (RC).
Cambios: ST: Desde el inicio Castillo por Villafañe (C) y Bastía por Figueroa (C), 21m Alvarez por Villagra (RC), 25m Silva por Lagos (C), 30m Colman por Ruben (RC), 34m Pereyra por Montoya (RC).
Arbitro: Darío Herrera.
Cancha: Colón.

No sólo gana sin atenuantes el equipo de Coudet. En tardes como la de ayer, donde alcanza su mejor versión, borra a los rivales de la cancha. Central trituró a Colón, le ganó 3 a 0, pero estuvo en condiciones de sacar más diferencia. Con dos tantos de Ruben y un golazo del pibe Lo Celso, el Canaya se trepó a la punta en soledad de la Zona 1 del Torneo Transición. Ambos jugadores, junto a Larrondo, conformaron un tridente imparable para el Sabalero, que pese a llegar con buenos números fue reducido a migajas en su propio estadio, el Cementerio de los Elefantes.

Sin ninguna duda empezó el Canaya el partido. Se plantó en campo contrario, presionó sobre la salida de Colón y rápidamente encontró la ventaja de la mano del estelar tridente que tiene en ataque, aunque con roles invertidos. Larrondo jugó de creador, puesto que le sale muy bien, Ruben fue asistidor y Lo Celso definió en su primer gol en Primera como si fuera un artillero experimentado. La agarró de volea, sin picar, y sometió a Broun. Iban apenas 5 minutos y Central mostraba todo su poderío. El local no podía hacer pie y recién pudo aproximarse a García al cuarto de hora.

Hambrientos, los de Coudet no se conformaron con la mínima ventaja. Por actitud y convicción, pero también por las grandes ventajas que le ofreció el Sabalero, que decidió marcar hombre a hombre en defensa, una conducta casi suicida para practicar contra un equipo como el Canaya que ataca con unos cinco, seis jugadores. Ruben, Larrondo, Montoya, todos tuvieron sus chances claras y las dilapidaron. Central merecía el segundo tanto, pero por impericia propia no lo conseguía. Por la gran diferencia entre ambos, por momentos parecía un enfrentamiento de profesionales versus amateurs.

Colón solo molestó a través del enganche Ruiz, a quien García le desvió un tiro libre de los difíciles. Pero Poblete, el volante central, estaba tan solo, falto de compañía, que la cancha le quedaba muy larga al equipo de Franco. El local estaba entregado, realmente. Central, de la mano del crack Lo Celso, avanzaba en el campo sin oposición apenas recuperaba la pelota, pero se repetía en la falta de gol. Tuvo ocasiones como para anotar cuatro tantos más, pero perdonó demasiado.

Franco corrigió sus errores en el entretiempo y dispuso dos cambios para que Colón mejore levemente su cara en el comienzo del epílogo. Se plantó unos metros más adelante y logró cortarle algunos circuitos de juego al Canaya. Pero Central también enmendó su mayor falencia del primer tiempo: la ineficacia. Y lo hizo a través de una acción individual. Ruben apareció en todo su esplendor y pegó seco desde fuera del área para clavarla en el ángulo. Bastó un destello de calidad del goleador para cerrar el partido. Quedaban 35 minutos por delante, pero no había equivalencias.

El Canaya bajó una marcha, controló la pelota, pero no renunció a su esencia de ataque. Larrondo tiró magia dentro del área y recibió una falta que Ruben cambió por gol mediante un penal, pese a que el lungo le pidió patearlo. Con el partido definido, Coudet pensó en el choque ante Palmeiras e hizo modificaciones, sacó de la cancha a Villagra y Ruben. Pero el equipo se siguió floreando, con una propuesta sumamente ofensiva que cautiva, que gusta, que tiene una idea bien definida y la desarrolla dónde sea, sin dubitaciones. De esa manera, llegó a este presente. De yapa, superó a San Lorenzo y quedó como único puntero del Grupo A.