Lejos de explotar la carga melancólica que distingue al género ciudadano, aunque sin rehusar de ella al momento de la composición, a fines de los 90 Federico Mizrahi (piano y dirección musical) y Luis Longhi (bandoneón, textos y puesta en escena) crearon Demoliendo tangos, el espectáculo con el que recorren un repertorio de obras propias y clásicos del dos por cuatro, articulándolos a partir del humor. Con esa propuesta, el dúo llegará hoy a las 21.30 al teatro La Comedia (Mitre y Ricardone), en un concierto para el que sumarán como acompañantes a la bandoneonista estadounidense Christine Brebes y a Jorge Bergero en violoncello.

"En primer instancia con Luis conformamos un dúo en París en el 99, cuando estábamos haciendo una obra de teatro. Yo había hecho la música de esa obra y mientras tanto, en los tiempos libres, de los temas propias que había compuesto para algunas obras teatrales (que para mí es el puntapié en la composición de tango), con Luis, que es el bandoneonista y que hace la puesta en escena, llevamos el tango a un lugar de café concert. Tratamos de desacartonarlo un poco, sacarle la cosa seria y sufrida, y tratamos de darle un guiño de humor, con historias bien de café concert contadas por Longhi", detalló Mizrahi a este medio.

-El humor también está implícito en muchas obras. Un humor negro, si se quiere, pero no es algo de lo que el tango carezca...

-Es verdad, está en las composiciones de tango, sobre todo en las letras. En nuestro caso básicamente los textos son monólogos, porque no hacemos tango cantado. En general el humor lo llevamos por el lado del racconto de historietas.

El espectáculo se nutre mayormente de composiciones propias del dúo, a las que se agregan un 30 por ciento de clásicos reversionados, según detalló el compositor: "Por ejemplo, metemos a Charly García en algún tango, o alguna melodía de Gardel dentro de otro clásico. Demoliendo Tangos tiene que ver con la deconstrucción de los tangos y la reconstrucción de un formato menos serio, menos sobrio. Y entre los clásicos hacemos a Arolas, a Julián Plaza. Siempre tratamos de hacer algún tema de Arolas, que nos parece un autor que hay que rescatar porque es un clásico que no se hace demasiado. Es de los años 15, 20, y es increíble. A esos autores nos gusta hacerlos sin reversionarlos demasiados, porque nos tomamos licencias pero también tratamos que, cuando hacemos un tango en serio, mostrarlo tal cual es".