CULTURA / ESPECTáCULOS
El guitarrista de Almafuerte -que se presenta mañana en el gimnasio de Ñuls- se refirió a la vinculación con raíces argentinas y a la supervivencia del grupo a las tempestades.
› Por Edgardo Pérez Castillo
Más conocida para algunos por las explosivas --y en ocasiones descontextualizadas-- declaraciones de su cantante que por su innovadora fusión entre el metal pesado y distintas músicas nacionales, Almafuerte celebrará mañana a las 20 en el cubierto de Ñuls los diez años de su creación en un festival donde participarán bandas locales. Además, el cuarteto que integran Ricardo Iorio (voz), Claudio Marciello (guitarra), Bin Valencia (batería) y Beto Ceriotti (bajo) se presentará en la ciudad antes de registrar un nuevo disco de estudio, según adelantó a Rosario/12 el guitarrista y compositor, quien se refirió además respecto a esa vinculación con las raíces musicales argentinas, a la consolidación del grupo como cuarteto y a la supervivencia del mismo a las tempestades.
Fundador del proyecto junto a Iorio, Marciello es probablemente el sostén de un grupo que supo sobreponerse a golpes imprevistos en el seno íntimo de sus componentes. En paralelo, quizás haya sido la estrecha sociedad creativa letrista--guitarrista la que generó la cíclica partida de sus bateristas, situación que era casi un karma para el entonces trío. Sin embargo, el análisis de Marciello corre por otra senda. "No podría hablar detalladamente de cómo sucedieron esas cosas --expresó--. Cuando se fue Claudio Cardaci, por ejemplo, habíamos terminado de grabar el disco Del entorno y al otro día fuimos a empezar a mezclar y nos dimos cuenta de que se había llevado la batería sin previo aviso. Teníamos que hacer algunos conciertos así que lo buscamos a Rodolfo Márquez. Después entró Walter Martínez, y cuando tomó la decisión de irse, nosotros conocíamos a Bin y le propusimos tocar, ensayamos una semana, nos fuimos a tocar a Mar del Plata y no paramos".
"Desde entonces pasaron muchas cosas en lo que es la convivencia de Almafuerte y Bin fue la persona que encajó justo por la experiencia, por la curtida. Todos tenemos una historia y a veces algunos comprendemos más que otros. Lo mismo pasa ahora con Beto, que entró en el grupo cuando antes de hacer el Obras 2001 Ricardo me dijo que no tenía muchas ganas de tocar el bajo. Ahora estamos consolidados como una banda, y aportó mucho que Ricardo se libere más, con toda la verborragia que se manda, que es parte del show. También sucede que Almafuerte no es una banda que se encierra un mes preparando qué es lo que va a decir en tal tema, qué ropa nos vamos a poner o dónde va el solo de guitarra. Es la parte de gozar un poco de lo que hacemos, hay una comodidad constante de cada uno de los músicos de la banda", agregó.
-Decía que atravesaron situaciones complicadas, ¿corrió peligro la continuidad del grupo?
-No, al menos yo nunca lo vi así, y me juego también por mis compañeros en esto. Cualquier tipo de problema que sea externo a la banda le chupa un huevo. En el último llamado que le hicimos a Ricardo le propuse hacer un disco. "Me parece bárbaro Tano", me dijo, así que vamos a sacarlo. Ninguno sabe bien de qué se trata, aunque él sabe cómo compongo yo, y yo sé cómo él escribe, y esto nos pasó anteriormente en momentos que hubo crisis en el país, o cuando surgían comentarios que trataban de hundir a la banda. Siempre hay algunos medios que hacen fuerza para que esto se vaya al bombo. Pero la salud del grupo sigue estando vigente, y por eso me da gusto poder decir que el año que viene vamos a tener un disco de estudio.
Si bien las particularidades del material son "impredecibles", sí es de prever la presencia de esa mixtura sonora que Almafuerte patentó desde su debut. Es que en el mismo encuentro fundacional de la banda, cuando Iorio lo contactó para agregar arreglos a Mundo Guanaco, el guitarrista estaba zapando algunos acordes, de los que surgiría "Zamba de resurrección". "Después vino lo que fue Peso Argento, el disco de Flavio (Cianciarullo) y Ricardo donde se fusiona mucho lo que es el folclore. Almafuerte tiene una veta muy notada de lo que es el folclore y el tango dentro de lo que es el rock, pero no deja de ser una banda metalera pesada. Y en estos diez años el objetivo que pudimos cumplir es el de haber tocado realmente lo que teníamos ganas. Es un gran objetivo poder hacer las canciones como vos querés y plasmar eso para la gente. Después en lo que es la parte lírica, el contexto de lo que es la escritura y el mensaje, creo que Ricardo no se comió ninguna y dijo las cosas que tenía ganas de decir", concluyó.
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