Pergeñado como un campo de concentración modelo en el que, luego de algunos años de clandestinidad, la música interpretada por los músicos judíos allí enclaustrados fue utilizada como propaganda por el sistema nazi, Terezín --el centro de detención ubicado a cien kilómetros de Praga-- se convirtió en una usina de creación artística frente a un contexto de horror y muerte. Escrito por un musicólogo checo, La música en Terezín fue el libro que inspiró a Jorge Ferrari a desarrollar una versión en castellano de la ópera infantil Brundibar, creada por uno de los artistas más prolíficos del campo, Hans Krasa. Interpretada por el Coro Infantil de la Escuela de Música Provincial de Rosario, la versión nacional de aquel hito podrá presenciarse en tres únicas funciones, mañana, pasado y el miércoles (desde las 20.30) en el Auditorio Fundación.

Tras haber descubierto la magnífica historia, Ferrari --director del Coro Infantil y con una importante dedicación a la ópera-- se abocó a una intensa investigación que le permitió contactar a media docena de sobrevivientes de Auschwitz, destino al que arribaron luego de ser deportados de Terezín, donde (aun niños) prestaron sus voces a Brundibar. Con todo el material en sus manos, el director se lanzó a la recreación del proyecto, con un agregado histórico, según explicó a Rosario/12.

"Armé este espectáculo que es la representación de la ópera completa, cantada en castellano, pero además incluye el relato de la historia de la ópera dentro del campo de concentración, que es muy emocionante. Voy mechando las dos cosas, porque intercalo entre escenas de la ópera un relato dramatizado de dos actores que van contando, también para los niños, esa historia. Lo cual implica contarles la historia del Holocausto y, en definitiva, universalizar el tema mostrando los errores que ha cometido, puede seguir cometiendo, y comete aun, seguramente, la humanidad", consideró. Aunque esa tarea no fue nada sencilla, y llevó al director a destruir una buena cantidad de guiones. Al respecto explicó que "la cuestión era qué decirle a los chicos. De pronto les digo casi todo, porque decirles todo es demasiado, y también estaba cómo decírselo, pero llegamos a algo que espero cumpla su objetivo".