Luego de haber recibido en marzo a la muestra de artistas gráficos croatas, el Centro de Expresiones Contemporáneas inaugurará esta tarde (a las 19.30) "Jeunesse dorée", exposición que reúne obras de la francesa Marie﷓Paule Nègre, prestigiosa fotógrafa que recibió importantes reconocimientos por sus trabajos relacionados con los relatos sociales y el retrato de la pobreza en su país. La exhibición podrá visitarse (de martes a domingos) hasta el próximo 15 de junio en el espacio de Sargento Cabral y el río, que consolida de esta manera su apertura a muestras internacionales, según destacó su director, Héctor "Pichi" De Benedictis.

"Desde hace dos años empezamos a definir la programación en base a ciclos periódicos, de manera tal que haya una continuidad, siempre con el perfil de muestras contemporáneas. Empezamos con las muestras de distintas galerías y las artes visuales tiene un paso permanente en el CEC. A partir de eso aparecieron muestras internacionales como ésta, lo que es una buena señal para nosotros. Y calculo que quedará consolidado a fin del año que viene, porque si al perfil del lugar le sumamos la obra del parque España, que involucra los dos frentes del CEC y la extensión de las veredas paralelas, creo que será el fin de un proceso de reubicación del CEC", analizó.

Independientemente de ese futuro realzamiento visual del recinto, puertas adentro consolidó la organización de cursos y talleres de capacitación. "Eso está muy firme. Este año estamos trabajando en distintas líneas --apuntó De Benedictis--. Sostenemos la línea de artes escénicas que viene de hace diez años, mientras que tenemos la línea de diseño, que nos está dando un resultado fabuloso, y avanzamos en trabajar con otras organizaciones independientes como el Cobai en los cursos de danza o La Colectiva en lo que hace a cursos de fotografía. También mantenemos la línea de herramientas digitales para usos creativos. Todo eso conforma un escenario de capacitación muy vasto".

Todo ese paquete de propuestas formativas se desarrolla a partir de programas de coproducción, lo que posibilita su sostenimiento en tiempos de crisis. En ese sentido, De Benedictis sumó su análisis a las declaraciones del secretario de Cultura Fernando Farina, publicadas el pasado domingo en Rosario/12, donde destacaba la importancia de que las instituciones dependientes del área apuntaran a la autogestión.

"En principio hay que tomar esto como una crisis pasajera, como lo que realmente es. La crisis pasajera puede ser muy útil si, por ejemplo, en el campo de la gestión cultural profundizamos sobre el modelo con el que queremos salir de la crisis. Por otro lado creo que, básicamente, el Estado tiene que hacerse cargo de sus instituciones. La autogestión está bien, pero en medio de una crisis el Estado tiene que saber que tiene que hacerse cargo de las instituciones. Y cuando hablo del Estado me involucro, porque a mí me paga el Estado, soy parte del Estado", analizó el director del CEC, quien ocupó el cargo de secretario de Cultura durante la intendencia de Héctor Cavallero.

Y profundizó: "El estado del Estado, en un país como el nuestro, es muy complicado. Hace siete años que salimos de la crisis más profunda de la economía argentina. A esa crisis quizás se le sume algún tipo de problemática producto de un crecimiento muy importante, específicamente en la Secretaría de Cultura, en los últimos diez años. Creo que estoy en el Estado para gestionar otro tipo de recursos, con modelos donde se suman el aporte del Estado y el aporte de los privados que quieran potenciarse a partir de la actividad cultural".

Sin embargo, hay otras alternativas para reducir el gasto, según detalló De Benedictis: "Hay un modelo que tiene que ver con la coproducción. Es decir, que el Estado no subsidie sino que más bien coproduzca con los sectores independientes para garantizar su independencia, justamente. Nosotros estamos funcionando así con el ciclo 45dB, con el teatro, los ciclos de plástica, hasta en capacitación coproducimos con los docentes. Sí aportamos algo que el Estado nos dio en los últimos cuatro años, una infraestructura con un costo muy alto. Siempre creí, por cuestión de principios, que la gestión cultural tiene que fortalecer lo independiente, soy un defensor de la independencia cultural. Y lo fundamental en una crisis como ésta es ver cómo se para uno frente a ella. Habrá quienes la sobrevivirá dignamente y otros que no la sobrevivirán".

Lejos de tomar una postura alarmista, De Benedictis entiende que el reajuste financiero puede disparar evaluaciones para el mejor funcionamiento de las instituciones culturales. "Es muy cómodo decir: `No hay que cerrar nada`. Por muchos motivos es muy cómodo. Si uno hace un profundo análisis no sé si no hay cosas que deban cerrarse. Entendiendo que puede haber programas, proyectos, e incluso instituciones, que en determinado momento cumplan un rol y después dejen de tenerlo. Si la gestión no es dinámica, sostener instituciones o estructuras que ya no brindan los servicios que brindaban hace 20 o 30 años se convierte en un problema. Hay una modernización, nuevas inquietudes e intereses. A lo mejor, de un trabajo consensuado surge que hay que cambiar algunas cosas. Está en la gestión cultural asumir riesgos, aunque para algunos es más cómodo no tocar nada", concluyó.