Formada a partir de su aprobación en el Presupuesto Participativo, la Orquesta Escuela de barrio Ludueña comenzó a funcionar en 2006 como un proyecto que va más allá de la formación musical. Destinado a chicos de 3 a 15 años, es además un espacio de contención, una posibilidad de acercamiento a la cultura y, por qué no, a un posible horizonte laboral. En ese marco, son más de 140 jóvenes los que participan de los 14 talleres incluidos en un plan financiado por la Secretaría de Cultura y Educación municipal, que cuenta con el respaldo de la Institución Salesiana Nuestra Señora del Rosario y de la Fundación Allegro Argentina, y que es gestionado por el departamento cultural del Centro Municipal Distrito Noroeste.

Esta tarde a las 19 en el Teatro La Comedia, se presentará el trabajo realizado en los distintos talleres por cerca de un centenar de participantes (de entre 5 y 14 años). El acto significará además el lanzamiento del proyecto de la Orquesta Infantil del Bicentenario. "La idea es impulsar un proyecto donde chicos que hacen música, en orquestas o en forma individual y tanto en la ciudad como en ciudades vecinas, puedan tocar todos juntos a través de partituras comunes. La idea es juntar chicos para generar una experiencia mucho más fuerte, poder llegar a que 300 chicos puedan tocar juntos. La verdad que éso sería emocionante", graficó Semorile en relación a un plan que se está desarrollando desde la propia Orquesta Escuela de Barrio Ludueña.

Responsable precisamente del área cultural del distrito Noroeste, Graciela Semorile destacó la importancia de un proyecto que fue presentado originalmente por Derna Isla, de la Fundación Allegro, y que a través del CMD Noroeste logró su aprobación en el Presupuesto Participativo. "El proyecto es pedagógico, artístico y social, y lo que demuestra es que las ganas y el trabajo conjunto con el barrio tiene sus frutos. El trabajo conjunto fortalece", consideró Semorile, que en ese sentido agregó: "No se está utilizando únicamente un edificio escolar, el de la Escuela Luisa Mora de Olguín (ubicada en Humberto Primo 2401), sino que se trabaja junto con la Escuela. Los chicos van a contraturno a los ensayos de instrumentos, que se hacen en horario escolar, o sea que la Escuela convive con la Orquesta en un mismo edificio y en un mismo tiempo. Eso hace que los chicos estén yendo a los talleres de lunes a sábado, todos los días".

Violín, viola, violoncello, contrabajo, percusión, música de cámara y ensayo orquestal son algunas de las áreas abiertas a chicos de 3 a 15 años. "La idea es que si el chico no está en la escuela esté en la Orquesta, pero que no esté dando vueltas", remarcó Semorile, en una clara referencia al marco de contención implícito en el proyecto, y apuntó: "Ellos mismos empiezan a tener otros intereses y otros objetivos a medida que van aprendiendo. Ellos salen a tocar en lugares a donde los requieren, ya sea como orquesta o como grupos. Porque la música de cámara es algo más íntimo, donde una profesora toca piano y los chicos tocan instrumentos variados. Ahí eligen temas que ellos prefieren, incluso pueden tener salidas más ágiles, de cuatro o cinco chicos con una profesora".

Esas actuaciones generan además la posibilidad de que los vecinos del barrio puedan acercarse a músicas y sonoridades a las cuales están poco habituados, a pesar de que no trabajan sobre un repertorio eminentemente clásico. "Se tocan temas orquestales infantiles, pero también se trata de buscar una música más popular --explicó Semorile--. Incluso ellos trabajan mucho éso en los talleres de música de cámara, tocando hasta una cumbia, que es la música que más los identifica, como para que no sientan una cosa separada de la otra".