A partir de una solicitud realizada por Juan Carlos Zabalza, el pasado jueves la Cámara de Senadores de la Provincia de Santa Fe declaró de su interés a las actividades desarrolladas por la Escuela Orquesta del Barrio Ludueña. En su pedido, Zabalza destacó que "es muy destacable la labor realizada en un barrio donde las políticas neoliberales de la década del 90 agravaron las condiciones de pobreza y exclusión, generando un escenario de desocupación y carencias económicas, con las consecuentes problemáticas derivadas de la falta de perspectivas de vida, potenciadas por la dificultad de encontrar espacios que posibiliten la inclusión. Así se llegó a una alarmante realidad, con un mayor número de muertes de menores víctimas de sobredosis".

Según el senador del departamento Rosario, el proyecto se asocia a los trabajos desarrollados por "las escuelas de la Vicaría del Sagrado Corazón de Rosario, tanto primaria como secundaria, jardín de infantes, Eempa y escuela de oficios, junto al comedor Betania del Padre Edgardo Montaldo y el centro cultural que funciona en la casa donde vivió Claudio `Pocho` Lepratti".

Formada a partir de su aprobación en el Presupuesto Participativo, la Orquesta Escuela de barrio Ludueña comenzó a funcionar en 2006, y desde entonces son más de 140 niños de entre 3 y 15 años los que participan de los talleres incluidos en el proyecto, que funcionan a contraturno en la Escuela Nº 1027 "Luisa Mora de Olguín". El pasado 11 de julio, la orquesta tuvo su primer gran actuación en el Teatro La Comedia, en lo que significó además la presentación de plan de formación de la Orquesta del Bicentenario, que apunta a reunir a tres centenares de chicos de la ciudad y la región en un mismo organismo.

De esa manera, el proyecto impulsado en Barrio Ludueña se convierte en eje de un plan de mayores proporciones, donde lo cultural es una herramienta aplicada a la inclusión social. En esa misma línea corrieron los elogios de Zabalza, responsable de presentar el pedido de declaración de interés en la Cámara de Senadores. "Con este trabajo cotidiano, la música articula lo interior con lo exterior a través de un instrumento, convirtiéndose en estimuladora de posibilidades vitales y creativas hasta ahora insospechadas, donde cada instrumento no emite un solo sonido que no haya vibrado primero en la interioridad de cada niño. Por eso puede afirmarse que este lenguaje musical los integra y también los expresa", remarcó Zabalza en su presentación.