Ya desde las palabras de anticipo esbozadas por su director artístico, el maestro Javier Logioia Orbe, resulta evidente que el de esta noche en el Monumento Nacional a la Bandera no será un simple cierre de temporada para la Orquesta Sinfónica Provincial de Rosario. Es que luego de un año en el cual su propia subsistencia se vio jaqueada, el organismo se presentará ante el público con la convicción de que es posible establecerse como uno de los más relevantes a nivel nacional. Mientras tanto, su última actuación del año consistirá en un concierto gratuito en el que, desde las 21, se repasarán obras de Rossini, Piazzolla, Delibes y Tchaicovsky y villancicos de Navidad. Logioia Orbe realizó un balance de lo ocurrido a lo largo de 2005: "Es un año para recordar intensamente porque sentimos que con lo que hemos discutido, fundamentado, y con los objetivos que nos hemos puesto a lo largo de estos casi tres meses de planteos y estado de asamblea, lo que se ha logrado es refundacionar a la orquesta. El organismo, que venía prácticamente con su destino sellado, de muerte asegurada, logró rápidamente con las autoridades, y fundamentalmente con el nuevo secretario de Cultura provincial (Jorge Llonch), una comprensión cabal de lo que necesita en función del futuro que le espera. Y como el futuro que le espera a la Orquesta, y a la cultura santafesina, debe ser brillante y renovador, decidimos levantar simbólicamente una copa para brindar por un año que, incluso según recuerdan los más viejos, los miembros fundadores de la Orquesta, fue el más importante del organismo". "Lo que viene ahora es cumplirle a la gente la promesa que hemos generado. En este sentido lo que cada uno de los músicos avizoramos en función de esa promesa es que tenemos una enorme responsabilidad, que es la de llevar por buen camino resultados artísticos de valía, la presentación de la Orquesta con resultados cada vez más valorados y que el público identifique este proceso, porque va a ser una etapa de crecimiento. En el marco de esta promesa nos esperan tres años de trabajo de crecimiento sostenido en base a nuevo repertorio, a nuevas óperas que vamos a ejecutar, a un especial énfasis que doy como director artístico al repertorio contemporáneo", dijo. "En este marco nos sentimos más responsables ahora que antes de que ocurrieran estos hechos, y queremos demostrar a través de sonidos concretamente lo que le queríamos decir a la gente. Cuando nosotros decíamos que con 55 músicos no podíamos hacer nuestro repertorio, ahora con 102 no sólo lo tenemos que hacer, sino además estar a tino, a un nivel compatible con cualquier organismo argentino y latinoamericano", concluyó.