El tercer título que renueva la cartelera es Como si fuera cierto (Just like heaven. EEUU, 2005). En tono de comedia romántica, el director Mark Waters pone a Mark Ruffalo en la piel de David, un solitario arquitecto que acaba de enviudar. Decidido a empezar todo de nuevo, David comienza por mudarse a un pintoresquísimo piso en un lindo barrio de San Francisco, sin imaginar que el departamento ya tiene dueño. Médica y trabajo-adicta, Elizabeth (Reese Whiterspoon) insiste en que el dos ambientes es de ella. Convencido de que se trata de alguna clase de loca, David decide cambiar la cerradura, lo que no impedirá que Elizabeth se "aparezca" en casa cuando menos se lo espera. Descartando la locura y comenzando a elaborar teorías espectrales, David tratará denodamente de convencer a la chica de que está muerta, y de que en realidad no es que deba abandonar el departamento, sino la vida terrena. Pero a pesar de reconocer que posee ciertos "talentos" fantasmagóricos, como atravesar paredes, la doctora se niega a creer que ha muerto. David intentará resolver una situación que pasará de inmobiliaria a romántica.