El Instituto de Artes Contemporáneas de Rosario (Icaro), con sede remodelada y ampliada en 1º de mayo 1117 (Casa 2), tiene proyectado para este año un nuevo sistema de funcionamiento, que incorporará secciones y áreas temáticas. Anticipa su director, Rodolfo Hachén, que se incorporarán artistas jóvenes a través de convocatorias en diferentes ámbitos: diseño, fotografía, plástica y literatura. Además continuarán las muestras individuales y colectivas de artistas plásticos reconocidos. Este año expondrán Adolfo Nigro y probablemente Gregorio Zeballos, como parte de un proyecto más amplio que incluye teatro, cine, diseño, fotografía, música, educación y ediciones de poesía, ensayo y narrativa. Todos los lenguajes confluyen en esta usina de proyectos que es Icaro. "Nos dedicamos a hacer del arte una forma de vida. Nuestra intención es aproximar a la gente al arte", sintetiza Hachén en el sitio web.

Conocido mundialmente por ser uno de los impulsores, a través de Icaro, del I Congreso de LaS LenguaS (2004), Hachén es Licenciado en Letras y Magister en Teoría Lingüística y Adquisición del Lenguaje por la Universidad Nacional de Rosario, donde se desempeña como docente de las carreras de Letras y Antropología de la Facultad de Humanidades y Artes. Es investigador del Conicet y coordinador de Relaciones Institucionales de la Cátedra Unesco para el Mejoramiento de la equidad y la calidad de la Educación en América Latina. Sus publicaciones nacionales e internacionales versan sobre la educación general y bilingüe, el análisis del discurso y el abordaje semiótico de problemáticas sociales.

"La idea es que va a funcionar Icaro con secciones", anticipa Hachén a Rosario/12 , en la amplia sala de su hermosa casa construida en 1911 por un discípulo de Gaudí. "Está lo tradicional que son los cursos que se daban, esta vinculación con los profesorados para que los alumnos puedan acreditar unos créditos que les impone la carrera en actividades culturales, con cursos de teatro, de literatura, de plástica, de canto y de música que se siguen dando, y además secciones que tienen que ver con cuestiones muy específicas: diseño, para exponer, vender y también producir desde ahí; cuestiones más vinculadas con el arte digital, y fomentar un poco más la puesta de teatro. La idea es que se produce el espectáculo, se desarrolla, se lleva adelante y se pone en escena en Icaro. También le vamos a dar más fuerza a la parte de la editorial".

El primer título en poesía, Atrapar la luz, de María del Rosario Fernández, fue publicado en 2007. Su autora se inspiró en torno a los maniquíes de León Ferrari y la prologa María Cecilia Muruaga, quien publicará su cuarto libro en la colección de narrativa. Se prevé continuar con un libro de ensayos de Rodolfo Hachén en colaboración con el propio artista cuya obra es el tema. "Estamos trabajando hace ya un tiempo con Adolfo Nigro. Yo hice un ensayo sobre su obra y él contribuye en el texto y también con obra. La idea es, en ese pequeño formato de libro objeto, tener la colección roja que es de poesía, la amarilla que es de ensayo y la verde que va a ser de narrativa. El de Nigro sale así: con el ensayo que hacemos en forma conjunta, obra de él en el libro y esa obra expuesta y con una conferencia de Adolfo en Icaro. Eso va a ser a mediados de este año. Estamos trabajando en la impresión". Hachén anticipa una idea de diseño muy cool: que la obra de Nigro esté presente en el libro mismo a través de postales troquelables. No hay, en estos proyectos, jerarquías de un lenguaje respecto del otro: la obra visual es autónoma y en el texto además participa el artista, escribiendo sobre lo que hace.

Participación que se halla en perfecta consonancia con la ética que propone Hachén para Icaro, y de la que fue ejemplo el I Congreso de LaS LenguaS: es que tampoco se trata de hablar en nombre del otro. Como crítico, al igual que como lingüista, Hachén siente que no puede (ni debe) "hablar de" sino "hablar con". Entonces la propuesta no es describir, sino convocar al diálogo.

Sobre el otro libro en carpeta, Hachén adelanta que va a ser una nouvelle de Cecilia Muruaga y que tendrá cierta continuidad con la novela y con la crónica publicadas por ella en la Editorial Municipal de Rosario. "Y queremos sacar ediciones en CD. Una edición de un libro digital en donde como mínimo estén presentes tres artistas diferentes, distintos pero que por alguna cuestión tengan algo que decir ahí juntos: alguien que pone un texto, alguien que pone una imagen, alguien que pone la música y generar un objeto que combine tres expresiones artísticas a partir de un diseño básico digital. Que uno vea y esté escuchando, sin que sea una cosa ilustración de otra".

"En marzo empiezan las actividades: los talleres y demás, pero además vamos a largar la reapertura de Icaro en abril, probablemente el viernes 10 -agregó Hachen-. Y ahí vamos a mostrar un poco todo y convocar a un grupo bastante interesante de jóvenes. Más allá de hacer muestras de autores conocidos, vamos a empezar con una convocatoria inicial casi con la lógica de Currículum Cero, tanto en fotografía como en plástica o en medios audiovisuales, para seleccionar gente que o haya tenido alguna participación colectiva o no haya expuesto nunca. Va a haber cuatro muestras a lo largo del año que serán ésas, la de gente que empieza".