Acompañado por los mismos músicos que lo secundaran en su última actuación en el teatro El Círculo, Cacho Castaña se presentará esta noche en el Estadio Municipal de Funes, inaugurando el ciclo de conciertos que incluirá, en dos semanas más, la participación del ex Nocheros Jorge Rojas. Consecuente entonces con un marco menos contracturado que el de la sala de Laprida y Mendoza, el cantante y compositor ha delineado un repertorio de características populares, privilegiando su listado de éxitos por sobre las composiciones de su último disco, Espalda con espalda.

Y, al parecer, no hay conflicto alguno en la determinación tomada por el músico, según destacó a este medio: "Estando al aire libre se modifica el repertorio porque por supuesto tenés que hacer temas que le lleguen a la gente con un poco más de energía. No podés hacer temas lentos, baladas ni cosas muy íntimas porque al aire libre eso no lo podés hacer. Va a ser más popular. De Espalda con espalda vamos a presentar uno o dos temas, porque la gente no se banca muchos temas nuevos. Esa es mi idea, siempre: la gente quiere escuchar los temas conocidos. Podés presentar tres temas, como máximo, de un trabajo nuevo, pero para más de eso no da la cosa".

Aunque, en definitiva, ¿cuánto tiempo es necesario para que una obra se convierta en clásico? Desde su experiencia de más de tres décadas como profesional, Castaña se sincera al disparar: "Eso es medio mágico, no tenés forma de medir eso. Es como decir cuánto tardás en componer un tema, cuándo lo escribís. Yo qué sé... hay veces que pasan dos meses y no escribí un tema, pero por ahí en una noche te sentás y te salen tres. Todo lo que está relacionado con el éxito es medio mágico, no hay un orden, un cronograma para decir: `Más o menos viene por este lado`. Lo único que te da el hecho de poder juzgarlo es el tiempo. Pero tampoco te da mucho para elaborarlo y pensarlo, disfrutalo y chau".

Sin embargo, la condena al éxito ya se vislumbra en las creaciones una vez culminadas, y así lo entiende el compositor: "Hay algunos temas que te hacen ruidito adentro. A veces te equivocás, le podés errar, pero no tanto. Antes uno era más emotivo, más desbordado. Te metías más de cabeza en un tema, pero con el tiempo la vocación empieza a ser más profesión y de repente podés manejar las dos cosas".