Al final del balance teatral del año pasado retornaba el tema de la falta de un nexo entre la producción artística y la difusión y distribución de esos productos. Haciendo un paralelismo entre los espectáculos "consagrados" a nivel de público y su inmediato correlato con la promoción realizada por los canales de aire, llegamos a la conclusión que la mayoría del teatro rosarino trabaja en el anonimato. Entre las honrosas excepciones, destacamos al único espacio dedicado al teatro en la televisión local: Puro Teatro, conducido por el periodista Miguel Passarini, todos los jueves a las 22, por las pantallas del Canal 4 de Cablehogar. El programa contaba con la ventaja de ser retransmitido los sábados a las 21 y los domingos a las 19, lo que amplió el margen de posibilidades para algunos televidentes que lo consultaban los fines de semana como una especie de "cartelera virtual". El responsable de este espacio vital para el teatro rosarino, dialogó con Rosario/12, a la hora de asumir un nuevo compromiso con el Canal 4 para continuar este año con la emisión del programa.

"Lo que confirma el programa y por afuera del teatro es que se puede hacer otra televisión en Rosario, yo he trabajado en otros proyectos televisivos y me parecía que no había lugar, pero "Puro teatro", confirma que hay un público para este tipo de programas"- argumenta Passarini.

Las afirmaciones del reconocido periodista teatral se sustentan a partir de la gran cantidad de gente que escribía a la dirección de correo del programa, confesando su desconocimiento acerca del teatro que se produce en esta ciudad.

"El programa posibilita a otra gente pensar que en la televisión de Rosario, pueden convivir programas de estas características, programas diferentes a lo que se estaba viendo, con un formato de calidad, eso era algo que nos llegaba a partir de los comentarios, se destacaba la imagen, el formato".

El hecho de que el programa se grabara íntegramente en el escenario del Teatro La Comedia, ya marcaba una diferencia entre las acotadas producciones de ciertos programas que cuentan con las limitaciones propias de los bajos costos de producción.

"Nosotros tenemos mucho en cuenta la calidad, esa es una buena carta de presentación, siempre pensé cuando estaba ideando el programa que no se podía hacerlo con un escritorio y un potus, estamos hablando de un hecho estético como es el teatro y el programa tiene que tener entonces una coherencia estética porque si no estaríamos negándole eso al hecho teatral, hacerlo de una manera convencional era como restarle valor al teatro".

Conocedor del medio, Passarini rescata las ventajas del cable con respecto a los canales de aire: "El cable es el lugar en el que uno se puede relajar al no existir una exigencia a nivel de números de rating".

En poco tiempo "Puro teatro" fue ganando la adhesión de la mayoría de los teatreros de la ciudad que al decir de su creador, "terminaron apropiándose del espacio, grabando el programa para pasárselo a los que no tenían cable".

Cuando el 12 de mayo del año pasado se lanzó al aire el primer programa, muy pocos podían augurar la continuidad de un espacio inédito sin anunciantes "fuertes" que trepó a las 30 emisiones a fines de noviembre, cerrando un ciclo que se impuso a fuerza de voluntad y la colaboración de algunos empecinados amantes del teatro.

"Estoy agradecido a la gente de Cablehogar, a Paula Favaretto, Directora de Contenidos, que no nos objetó nada, nos dejaron hacer el programa que le contamos, confiaron en una carpeta, en la idoneidad del grupo que proponía el programa, hay que valorar la apuesta de un canal independiente como el Canal 4, un cable de Rosario que apuesta a producciones locales"- comentó Passarini a este diario.

Entre las pocas instituciones que entendieron la importancia que tiene para el teatro local la posibilidad de difundir sus propuestas por un medio tan potente como la televisión, Passarini rescata fundamentalmente al Teatro La Comedia y al Instituto Nacional del Teatro:-"No puedo dejar de reconocer el esfuerzo de gente como Roly Logiudice que nos abrió la puerta de ese hermoso teatro y puso todo a nuestra disposición, al Instituto Nacional del Teatro, a la Secretaria de Cultura de la Municipalidad, un pequeño aporte de la Secretaria de Cultura de la Provincia y La Fundación Tiempo Utopía que avaló el proyecto facilitándonos la personería jurídica y resolviendo la cuestión administrativa.

"El equipo a quien también agradezco el esfuerzo y el confiar en mi propuesta se completa con Fernanda Blasco, Guillermo Salvador y el aporte de alguien que para mí es como la mitad de este programa: Ignacio Roselló, un talentoso editor que colaboró en algunas de las películas de Postiglione; alguien que sabe leer entre líneas; un verdadero equipo de gente solidaria y profesional de la ciudad al cual se suma Fernanda Forcaia en el área de fotografía y Martin Pigazzi en la locución."

El 2005 fue el año de algunas celebraciones importantes a nivel del teatro local y "Puro Teatro" cubrió generosamente desde su espacio toda esta movida.

"Fue un año atípico porque se festejaron los 40 años del Grupo Arteón, los 25 de `Las 6 en Punto', 10 años de `Esse est percipi', todo un año de cumpleaños del teatro local, pero de pocos estrenos, igualmente no dimos abasto, hay mucho más para mostrar de lo que nosotros mostramos, para el año que viene nos quedan muchas asignaturas pendientes que trataremos de poder contar".

Rosario es una ciudad donde conviven diferentes estéticas teatrales, para un programa ideado por alguien que tiene una visión particular de este fenómeno resulta difícil incluirlas a todas, de allí el mérito de un programa que no excluyó a ninguna, independientemente de los gustos y adhesiones de su coordinador general.

"Tiene que ser así, no podría negar cierto tipo de teatro que se hace en Rosario que a mí no me interesa pero al publico quizás si, nos reservamos un espacio en el cuarto bloque que es el "Reservado, el imperdible", yo hago mucho hincapié en los espectáculos que aparecen en ese segmento, son los recomendados del programa, allí está puesto mi ojo y mi gusto personal.

Es el primer programa en la televisión rosarina dedicado exclusivamente a las artes escénicas locales, entonces "hubiese sido una contradicción cerrarle las puertas a algunas estéticas, yo tengo que contarle al público cual es el teatro que se produce en Rosario y después que el público elija En Rosario conviven muchas estéticas y la gracia está en que pueden convivir y yo tengo que mostrarlas".

Coincidiendo con lo que proponemos hace años en esta sección acerca de la necesidad de un público informado para garantizar salas menos vacías; el programa que conduce Passarini mostró la cara oculta del teatro local.

"Tanto el director Rody Bertol, o el elenco de `Una', por citar algunos de los espectáculos más difundidos, nos comentaron que había gente que escuchaba `los recomendados' e iba al teatro, por eso es necesario contar que los que hacen teatro en esta ciudad, tienen que trabajar en otra cosa, gente que con un oficio tan maravilloso tienen que suspender funciones por falta de público, entonces si a partir de este programa se logra que asistan 4 o 5 espectadores más, yo ya estoy hecho".

A lo largo de su trayectoria como periodista teatral, Miguel Passarini, desde el diario El Ciudadano, o la Revista de Artes Escénicas, El Espacio Vacío; y en anteriores programas radiales y televisivos, ha venido sosteniendo esta postura que logra consolidar en su programa.

"Es una irresponsabilidad a nivel periodístico, negar el enorme movimiento teatral rosarino, hay cerca de 40 elencos produciendo, bares, salas, como periodista teatral tengo la obligación de contar lo que está pasando en todos los espacios en los que trabajo, seguir peleando ese espacio en el diario, y en la revista independiente que hago con los amigos".

Para este año, "Puro Teatro" redobla el esfuerzo con nuevas ideas: "Pensamos entregar entradas, formar un club de espectadores; profundizar el "Fuera de Cuadro"; armar 3 o 4 especiales donde un dramaturgo, un director y un actor, puedan crear un texto y un personaje para ese programa". Un esfuerzo de producción que marca un antes y un después en la televisión rosarina y su extraña relación con el "teatro oculto" de la ciudad.