A poco de haberse presentado en su ciudad, como soporte de El Chaqueño Palavecino, la rosarina María Elena Sosa vuelve a cantar para el público de su ciudad. Enmarcada en el ciclo "Música en la Plaza Cívica", que organiza la Secretaría de Cultura de la Provincia, mañana a las 21 en la actual sede de Gobierno (San Lorenzo 1949) y junto al ballet Los Aromitos, Sosa abrirá una noche totalmente dedicada al folclore. Desde el Festival de Cosquín, adonde esta rara vez acompaña a su hijo, el tecladista Gerardo Bautista, la cantante dialogó con Rosario/12 y, entre otras cosas, adelantó algunos detalles de lo que será su próxima placa. "Estoy muy emocionada porque esta será la primera vez en el año que voy a estar a solas con mi público, junto a la gente de Rosario, a la que amo profundamente. Y digo la primera vez, porque si bien hace un par de semanas estuve en el anfiteatro Humberto de Nito, canté como invitada. Y a pesar de la calidez de El Chaqueño, cuando la gente me pedía una canción atrás de otra, me sentí en deuda".

Aunque aún no está terminado, la cantante habla de su próximo disco como un hecho consumado. "Va a ser fantástico. Pero no porque lo haga yo, sino porque está tan redondito, tan justito... La idea fundamental de este trabajo fue renovar, cambiarle la cara a ese cancionero popular que ya empieza a estar como un poco apelmazado. Y no renovar como hacer algunos ahora, que agregan un violín por acá, una percusión por allá, y listo. Queríamos grabar a nuevos autores, a gente que realmente `refresque' el sonido del folclore".

En este sentido Sosa y su equipo -básicamente su hijo Gerardo, compositor y arreglador de muchos de los temas que canta su mamá- trabajan un repertorio de talentos emergentes, desconocidos y `oxigenando' viejos temas con nuevos arreglos. "Estamos haciendo cosas de autores jóvenes que, creemos, tienen esencia. Ejemplo de esto es Mala noche, un tema que habla de la inundación, pero desde un punto de vista positivo, como un canto a la vida. La letra dice algo así como que todos los días amanece, y que con el sol se renueva la esperanza. Esta canción la hice con Hugo Casas, que es el arreglador de Los Nocheros y de Abel Pintos, y creo que le va como anillo al dedo a este disco".

Entre los temas "de actualidad", como le gusta decir a María Elena, también está el Puente Rosario-Victoria. O Victoria-Rosario. "No hay fronteras, no debe haber fronteras. Esta es una canción dedicada a los pueblos, a las personas, que sienten que la tierra es una sola, no importa la distancia que los separe", dice la cantante.

Un tema dedicado a la familia, Milagros, de Quique Santander, va completando las novedades de un disco en el que, como es de suponer, no pueden faltar los clásicos de su repertorio pleno de chamamés y aires del litoral santafesino. "La Villerita, definitivamente La Villerita. Es un tema que me piden siempre. Incluso acá en Cosquín la gente me para para saludarme o sacarse una foto y me dicen: mi preferida es La Villerita. Esa no falta nunca. Y además en este disco tiene un plus: la grabé con El Chaqueño Palavecino, y la verdad, quedó hermosa. Pero también hay otros temas, como los del Cholo Aguirre, como El estibador, por ejemplo, una canción dedicada a los trabajadores del puerto y que, como el tema no ha perdido vigencia a través de los años, me la siguen pidiendo".

En esta oportunidad Sosa estará acompañada por su grupo: Horacio Burgos en guitarra, Mauricio Carjemel en bajo, Jorge Ramírez en acordeón, Joel Baamonde en percusión y su hijo, Gerardo Bautista, en teclados.

Además de su ensamble, la presentación de María Elena estará escoltada por la participación del ballet folclórico Los Aromitos, agrupación oriunda de Villa Constitución y ganadora del Primer Premio Provincial del Encuentro Juvenil de Cultura, organizado por la misma repartición a lo largo del año pasado.

A propósito de la cartera, para Sosa la designación de Jorge Llonch es un "respiro" y un "soplo de aire fresco", en un espacio que "hacía oídos sordos a los reclamos de los músicos". "Creo que la llegada de Jorge (por Llonch) es un alivio para los músicos. Y no lo digo yo, me lo dicen cantidad de músicos con los que me he encontrado aquí en Cosquín". Respecto al ámbito donde dará este recital, jura que no se había puesto a pensarlo. "Para mí, que me siento una cantora social, actuar en un lugar así debe ser algo muy fuerte. A lo mejor ese lugar también tiene sus fantasmas, sus duendes".