El lunes por la noche el mítico Arteón volvió a encender sus luces. Sobre el renovado escenario de Sarmiento 778 desfilaron viejas historias, personajes que colaboraron para la gestación de una sala mítica que, ahora recuperada, busca generar un espacio abierto a las expresiones culturales comprometidas, a las búsquedas estéticas que van por fuera de lo comercial. Apostando además a un sistema de abonos y entradas populares, el Arteón reunirá teatro, música y cine (en dos semanas se confirmará su condición de Espacio Incaa), proponiendo calidez y comodidad para el público y los artistas.

Así lo distinguió Néstor Zapata, director de la sala y principal responsable de su recuperación. "Es una sala que está hecha, pensada, diseñada y equipada por gente de teatro, que tiene cuarenta años de trabajo. Tratamos de que tenga toda la capacidad necesaria para ver y escuchar desde cualquier lugar", apuntó Zapata, que no dudó en calificar la ceremonia de inauguración como "muy emotiva". "Pasaron por aquí todos los fantasmas, pasaron todas las obras que hicimos. Hicimos un verdadero show de cosas que nos hicieron sentir muy bien a nosotros y a la gente, pero ahora comienza la temporada", describió en relación a una propuesta que, a través de la presentación de fragmentos y la proyección de imágenes, permitió el repaso de las obras más emblemáticas del Arteón.

Ya en relación a la temporada, están confirmadas las funciones de Ciertas Petuñas, cinco mujeres que con su propuesta de humor al estilo de Les Luthiers fueron uno de los sucesos de la temporada teatral porteña, y que irán este viernes a las 21 y el sábado a las 23. Este mismo sábado se sumarán además los espectáculos infantiles Al horno con papas (desde las 16) y Casi Cirk (a las 18), mientras que el propio Zapata retomará las funciones de su renovado Tupac, a las 21.

Además, se inaugura la semana del cine rosarino, que tiene a Gustavo Postiglione como programador. La apertura tendrá lugar el viernes a las 23 con El hombre apnea de Francisco Pavanetto (ver aparte), y continuará con Tremendo amanecer de Postiglione, Cachilo de Mario Piazza, Del otro lado de Hugo Grosso, Chancho con cadenas de Carlos Cocca e Ilusión de movimiento de Héctor Molina. Respecto a la programación, Zapata explicó: "La sala no tiene objetivos comerciales, sino culturales. Queremos que acá se vea lo que no se ve, películas que no llegan al circuito comercial".

En ese sentido, y de cara a la reapertura de El Cairo (que tendrá lugar mañana por la tarde), el director rescató también la importancia de que la ciudad recupere espacios con estas características: "Nos parece un hecho extraordinario. Primero porque Rosario se lo merece. Segundo, porque se lo merece la juventud. Las opciones son las cadenas de cine, que tienen una programación que ya conocemos. Que puede ser muy interesante, pero no hay alternativas. Si querés ir a ver otras películas no podés".

Con una capacidad de 220 butacas, Arteón sostendrá una política de accesibilidad con el objetivo de alcanzar públicos de toda clase social. Al respecto, Zapata concluyó: "Vamos a tener una entrada de seis pesos, y vamos a hacer algo muy importante, que es el sistema de socios. Los asociados a Arteón van a pagar una vez por mes lo equivalente a una entrada de un cine comercial, y con éso van a tener acceso gratuito a todas las proyecciones de cine que se pasen durante el año, y la mitad de precio a las entradas de teatro".