Y así como antes fueron los monstruos, esta vez los dinosaurios son el gran factor inspiracional para que La Mujer Barbuda siga creando paisajes sonoros tan atrapantes como inclasificables. A varios meses de su última visita a Rosario -precisamente con motivo de la presentación oficial de su disco debut, Música para cuando aparece un monstruo- el cuarteto que integran Sergio Alvarez (guitarra), Martín Pantyrer (saxos y clarinete), Franco Fontanarrosa (bajo) y Lulo Isod actuará mañana en Berlín para anticipar cuatro nuevas creaciones, ésas que formarán parte de su segundo disco: Lagartos terribles.

A partir de la culminación del ciclo televisivo Laboratorios Dormevú, de Mex Urtizberea, en el que se desempeñaba como bajista del grupo estable que también conformaba Isod, Fontanarrosa puede ahora concentrarse en La Mujer Barbuda, la sorprendente banda que en este regreso estrenará Dimetrodón, Dilofosaurio, Pachisefalosaurio y Microceratops. Peculiares títulos sobre los que el rosarino explicó: "Son las primeras veces que los tocamos, los tenemos muy fresquitos, así que los estamos tocando en vivo para aceitarlos un poco. Los temas están pensados para un próximo disco que va a estar todo dedicado a los dinosaurios, que se va a llamar Lagartos terribles, que es el significado de dinosaurio. Los temas van a tener nombres de dinosaurios, y de acuerdo al tamaño es el tipo de tema, el carácter. Entonces ahora vamos a tocar esos cuatro dinosaurios, y creo que es como un desarrollo del disco anterior. Hay diferencias, pero siguen teniendo el espíritu".

También, claro, formarán parte del show los temas de Música para cuando aparece un monstruo, aunque alterados por el paso del tiempo, según apuntó el bajista: "Invariablemente a medida que uno va tocando la música va fortaleciéndose, haciéndose cada vez más florida, por decirlo de alguna manera. En el sentido que a medida que uno empieza a tocar cada vez más un tema, empieza a tenerlo más en los dedos y resulta cada vez más fácil, entonces empiezan a surgir cosas de interpretación. A medida que se va haciendo más aceitado, esas cosas que empiezan a surgir salen cada vez con más naturalidad, entonces con el tiempo los temas van cambiando".

Mientras tanto, el regreso del cuarteto tendrá un valor agregado, a partir del debut en la ciudad de Niño envuelto, el dúo que el propio Fontanarrosa conforma junto a Alexis Perepelycia. Allí, los músicos se salen de un único rol de bajista y baterista, ampliando el espectro a partir de la utilización de samplers y programaciones. "Va a ser bastante ácido ese momento del show, porque hay bastantes partes que son más de exploración sonora, de improvisación. Entonces sí, si bien hay partes donde hay bases, bien de bajo y batería, hay gran parte donde no, que es más de trabajar sonidos. Nosotros trabajamos esos instrumentos, pero hacemos sonidos", apuntó Fontanarrosa, que después de muchos años vuelve a compartir un escenario en Rosario junto a su antiguo secuaz de Fuga de Cerebros, el recordado trío con alma jazzera que completaba la pianista Paula Shocron.

"Siempre hemos estado muy conectados, incluso cuando él vivió en Europa hace unos años, y siempre que nos veíamos nos juntábamos a tocar. Esto era como una asignatura pendiente, algo que de una forma y otra iba a pasar", sintetizó respecto al reencuentro el bajista, que mañana desde 23 subirá al escenario de Pasaje Zabala 1128 junto a Perepelycia, para luego sí darle vuelo al cuarteto con sus asombrosas músicas para monstruos y dinosaurios.