Es cuanto menos curiosa la situación de Claudio Kleiman. Es que, en el mundo del rock, su nombre se vincula rápidamente a su extensa labor como periodista especializado. Sin embargo, también es vasta su faceta musical, ésa a la que decidió darle una mayor visibilidad junto a La Banda de Sonido, el grupo que lo tiene como voz líder y guitarrista, y que se completa con José Alam en batería y voces, Panchi Arias en guitarra y Víctor Rocca en bajo y voces. Con este plan de apertura, Kleiman llega hoy por primera vez a Rosario para brindar un show que tendrá como banda invitada a El Vagón, responsable de abrir la noche en el Café de la Flor (Mendoza 862).

"No sé si se trata de ser más músico que periodista, pero sí de darle más exposición", distingue pronto Kleiman, que en su diálogo con este medio completa: "Tengo una carrera muy larga como músico underground, entonces tengo ganas de que éso salga más a la superficie. Por suerte encuentro muy buena respuesta de la gente y de músicos muy importantes que respeto mucho y que valoran mi laburo. Gente que por más que sea amiga sabés que no te va a regalar un elogio si no lo sienten, como León Gieco, Litto Nebbia, Gustavo Santaolalla".

Kleiman descubre satisfacción en la propia formación de cuarteto. "Para mí la orquestita de rock es con dos guitarras, bajo y batería --define--. Empezando por los Beatles, que fueron los que escribieron el libro, que te muestra todas las posibilidades. Así de básico como es, es un formato con posibilidades infinitas para explorar".

Autor de la mayoría de las canciones, Kleiman suma además algunas versiones como la que hizo de "El viejo" de Pappo y otras que compusiera junto al guitarrista Skay Beilinson. Claro que es una lista depurada la que trae el músico y periodista: "Me costó bastante constituir un repertorio que sintiera como fuerte para tocar en vivo con una banda de rock. Porque durante una época lo que me salía era bastante cercano al folk, eran temas que por ahí estaban buenos, pero para el vivo precisás temas up tempo. O no sé, porque en la época que me salían esos temas no había cultura de éso, pero ahora con toda la nueva generación de cantantes folk, que hacen temas tranquilos, por ahí podría funcionar...".

Pero hubo más condicionamientos: "Me costó constituir un repertorio más o menos centrado temáticamente, porque por más que te gusten muchas músicas tampoco podés dispersarte demasiado. No podés tocar un huayno, un rocanrrol y una salsa, por más que escuches todas esas músicas. Sí me pasa que en los últimos tiempos la banda me inspira para componer cosas, los temas más frescos, que he compuesto en los últimos dos años, son más dirigidos al formato de banda, y salen lindos, me gustan".

El propio trabajo periodístico llevó a Kleiman a descubrir estéticas y autores que, quizás, no lograron masividad, en una labor que implica lógicamente una apertura hacia nuevas músicas: "Uno no puede sacarse de la cabeza toda esa información, hay que abrir un canal que te permita conectar con lo más profundo de vos mismo al momento del laburo creativo y, más específicamente, de la composición. Inclusive por ahí trato de no reprimirme lo que salga, y después más o menos enfocar lo que sirve para este formato. Pero también cuando te vas encontrando como compositor va saliendo lo que es tu raíz, y yo realmente estoy formado con el primer rock nacional, Manal, Almendra, Los Gatos, Vox Dei, Arco Iris, Moris, Pappos Blues, León... Y con el triunvirato Beatles-Stones-Dylan, que es el podio. Quiero pensar que lo que sale tiene algo que ver con éso".