Consecuencia de su condición de Espacio Incaa, el cine Arteón (Sarmiento 778) recibirá hoy una nueva producción argentina que difícilmente hubiera alcanzado el circuito comercial local. Porque más allá de que La invención de la carne es su cuarto largometraje, la cinematografía de Santiago Loza no se encuadra en los lineamientos de los grandes complejos. Debutante con Extraño y autor además del elogiado documental Rosa patria (basado en la figura de Néstor Perlongher), Loza presenta ahora la historia de una mujer que se gana la vida entregando su cuerpo para que estudiantes de medicina realicen sus prácticas. Uno de esos futuros médicos se obsesionará con la mujer, con la que terminará emprendiendo "un viaje hacia un lugar desconocido".

Protagonizada por Umbra Colombo y Diego Benedetto, La invención de la carne es el nuevo trabajo del realizador cordobés Santiago Loza, uno de los nombres destacados del cine independiente argentino. Nacido en 1971, fue uno de los participantes del programa "Historias breves", al que aportó su cortometraje Lara y los trenes. Con Extraño, Loza comenzó a demostrar una estética personal, logrando reconocimiento en festivales internacionales como el de Rotterdam o el propio Bafici. Cuatro mujeres descalzas, Artico y la citada Rosa patria antecedieron a esta nueva producción, en la que, según el autor, la historia de amor se presenta detrás de una estructura de road movie.

En ese marco, la historia comienza cuando el estudiante de medicina le propone a la mujer que lo acompañe en un viaje. Sin tener en claro cuál es el motivo de ese viaje o su destino final, ella accede, lo que deriva en un conocimiento mutuo en el que hay mucho de introspección, de sumergirse en el cuerpo y las sensaciones de dos personajes extraños.

Según Diego Brodersen en la crítica publicada en Página/12, La invención "se embarca en otro viaje al interior de sus criaturas, más cerca de los silencios de su ópera prima Extraño que del despliegue histriónico de Cuatro mujeres descalzas", y destaca que esta nueva obra "confirma el talento y la sensibilidad particular de Loza para la creación de climas".