Es auspicioso el hecho de que, al tipear Yusa en el buscador más famoso, el primer resultado sea el myspace de la artista cubana (www.myspace.com/yusaspace) y no el pretenciosamente enciclopédico Wikipedia. Lo feliz del asunto tiene que ver, sencillamente, con que la cantante y multiinstrumentista sólo puede ser descubierta, por completo, al recorrer sus obras, ésas en las que combina la tradición musical de su país con jazz, funk, pop y bossa. Una artista de voz potente, firme, atrapante, y que esta noche se presentará en el Centro Cultural Parque de España, donde a partir de las 21.30 actuará acompañada por Mario Gusso, junto a quien repasará temas de sus tres discos y reversionará obras ajenas.

Entre las creaciones propias, Yusa incluirá parte de Haiku, su último disco, que con ese título marca además toda una filosofía artística. Porque si bien no tienen una presencia explícita en las composiciones de la artista cubana, los poemas breves orientales se hermanan con la búsqueda estética que Yusa emprendió en su obra. "No es casual que el disco tenga ese nombre, tiene que ver con el minimalismo, sobre todo en la forma --admitió la cantante a este medio--. Los haikus están asumidos desde el concepto de tomar al disco como algo minimalista, la simpleza de la forma. Y tiene mucho que ver con un estado mío en ese momento. Incluso es un disco corto, de 37 minutos. No quería agregarle más cosas y eso tenía mucho que ver con mi estado".

Formada en la Escuela de Música Manuel Saumell y el Conservatorio Amadeo Roldán, estudió el tres con Efraín Amador, y fue la primer egresada de Academia en ese instrumento. Tras leer esa currícula (que es mucho más extensa, y que incluye sus proyectos y actuaciones junto a artistas como Lenine, Lila Downs o Jorge Drexler), el desprevenido puede creer que Yusa es una nueva representante de las tradiciones musicales cubanas. Y si bien las raíces tienen presencia en su obra, sus canciones van por otros caminos. "Yo hago música de mi tiempo --explicó--. La música tradicional cubana responde a una época, que no es ésta. Soy deudora de mi tiempo y de la música que me ha precedido, pero creo que lo mejor que puede tener un músico es ser representante de lo que sucede en su cultura, en su país".

-¿Son muchos los músicos cubanos que comparten ese pensamiento? Porque, a la distancia, quizás no se llega a descubrir lo que realmente ocurre con el movimiento musical cubano actual.

-No, claro, porque también tiene que ver con lo que a los productores les interesa. Los productores son los que corren a algunos productos, a algunos artistas. Es incluso lo mismo que ocurre con la música que llega a Cuba, que es mucho menos que en otros países. En una época hubo mucha conexión con lo que tenía que ver con Charly García, Spinetta, pero tenía más que ver con el mundo de los músicos, porque las personas no tuvieron nunca acceso a Charly o a Spinetta. En mi recorrido, en el mundo donde yo me movía, era muy común estar en contacto con ese tipo de música. Pero los fenómenos que suceden en el mundo siempre tienen que ver con los productores que apuntan hacia una dirección u otra. De hecho en Cuba lo que más se sabe de la Argentina es del tango. Pero si uno se pone a mirar, parte de mi música tiene que ver con los programas que yo escuchaba cuando los músicos latinoamericanos iban a Cuba, donde tocaban chamamé y otras cosas. Eso lo escuchaba cuando era niña, y no me es para nada ajeno. Tiene que ver con la necesidad de cada cual.

-En ese sentido, ¿cómo es tomada su música en Cuba, dónde está posicionada?

-Realmente me siento parte de una nueva generación de músicos sobre la cual hay un interés. Tengo un público que tiene que ver con la música que hago. No es un público masivo, pero tampoco es pequeño. Tiene que ver con que corren estos nuevos tiempos y éso es algo bueno que le ocurre a la música cubana, porque están confluyendo diferentes estilos de músicas, cada una con su público. Antes era un poco más sectario, había mucho menos acceso. En la época de la trova todo respondía a esos patrones. Luego, en los 90 empezó el boom de la música bailable, la salsa y toda esa cosa. Ahora, en estos momentos, están confluyendo otro tipo de géneros con su público, entonces ha aumentado la interacción de músicos de diferentes géneros. Hay bandas que en sus propias formaciones tienen fusionados rap, son, tienen un poco de todo en su hechura. Eso es parte de lo que es Cuba hoy también.