Después de haber editado tres discos con la banda Estilo Valentino, Alejandro Delbono partió de Rafaela con rumbo a Buenos Aires. Desde allí, y después de intentar sostener aquel proyecto, el guitarrista y compositor decidió volcarse de lleno a su labor solista, ésa que dio como fruto Insomnio, el disco que esta noche, a las 21.30, presentará en Eulogia Bar (Jujuy 2868) acompañado por algunos músicos de la ciudad.

En diálogo con Rosario/12, Delbono relató el proceso de disolución de la recordada banda rafaelina: "Cuando me mudé a Buenos Aires intentamos seguir tocando con la banda, cuando volvía a Rafaela hacíamos algún recital o algo, pero llegó un punto en el que no podíamos seguir, o que ya no trabajábamos como banda. No había una evolución, por una situación lógica. Seguimos tocando un par de años, por inercia, como quien recuerda viejas épocas". Ya como solista, el músico terminó dándole forma a Insomnio, un material que ya pudo presentar en ciudades como Río Negro, Neuquén, Rafaela y Buenos Aires y con el que, el mes próximo, se sumará a las actividades del programa cultural porteño "La noche de los museos".

-El nombre del disco encaja perfecto en esa propuesta.

-Sí, claro (risas). Además en la tapa del disco está planteado un juego de palabras, "los sueños producen insomnio", que en un punto tiene que ver con que editar un disco con estas canciones era como un sueño. Porque sino las canciones se iban acumulando. En Buenos Aires no armé una banda, pero tenía ganas de sacar el disco, y pude hacerlo. Entonces se cumplió el sueño de editarlo, que era algo que además me producía insomnio. De ahí el juego de palabras.

- El disco lo muestra en un rol de multiinstrumentista, ya que salvo algunos invitados lo grabó en soledad.

- Sí, un poco me propuse éso. En realidad quería hacer un disco más íntimo de lo que es. Lo quería hacer solamente con guitarra y voz, bien despojado. Después empecé a grabar otras cosas, grabé una batería en estudio y el resto en mi casa. Traté de resolver todo yo, pero después necesitaba un solo de piano entonces lo invité a Nico Sara que toca muy bien, o Emilio Bronzini, guitarrista que ha tocado con Francisco Bochatón, por ejemplo. Necesitaba un solo más rockero y lo invité, porque yo no soy un guitar hero. Pero la intención era hacer un disco íntimo.

- De hecho, sus canciones se prestan para ese formato intimista.

- En un punto el hilo conductor es la guitarra acústica. De hecho muchas veces me presento solo. Está bueno que las canciones puedan ser tocadas sólo con la guitarra, porque allí también está la esencia. En este disco todos los aciertos y errores recaen sobre mí, pero también está el hecho de que me plantee tocar el disco con gente de los lugares adonde voy. En Neuquén toqué con músicos que se estudiaron el disco y lo tocamos con otra formación, cada uno puso sus cositas. En un punto es medio vertiginoso, pero en el mismo show me sorprendí con las cosas que aportaban. Le encontré una vuelta, porque el disco es súper íntimo y solitario, pero después músicos de diversos palos le aportan cosas y, siempre, el show es diferente. Entonces me gusta esto de darle un lugar a distintos músicos. La música es para éso, para compartir.