Compilado por Laura Pasquali y Oscar Videla, el libro El contenido de los conflictos. Formas de la lucha sociopolítica en la historia argentina reciente (1966-1996) se presentará esta tarde a las 19 en el Centro Cultural La Toma (Tucumán 1349). El trabajo reúne textos de los propios compiladores, además de las investigaciones de Alberto Neirot, Gisela Figueroa, Nadia Freytes, Agustín Prospitti, Ernesto Rodríguez, Edith San Segundo, Diego Diz y Mauricio Correa.

El punto de partida histórico es el de la Revolución Argentina de 1966, extendiéndose por tres décadas, para culminar en pleno menemismo. Mientras tanto, el análisis se concentra geográficamente en la franja del río Paraná que une el sureste santafesino con el nordeste de la provincia de Buenos Aires. Destinado tanto al público general como a docentes y universitarios, el libro se divide en nueve capítulos, que van desde la política obrera del PRT-ERP hasta el rol de los sindicatos de jerárquicos a fines de los 80 y principios de los 90.

Entremedio de estos tópicos, se tratan la violencia política y las organizaciones armadas en la argentina de principios de los 70, la militancia de las mujeres y su rol en las universidades, la lucha sindical y el accionar de la dictadura en contextos locales.

"El eje central es pensar en las sociedades a partir del conflicto --explicó al respecto Oscar Videla--. Desde nuestra perspectiva, no hay forma de entender las sociedades si no es a partir de cómo es su dinámica. Y efectivamente esa dinámica se supone a partir del conflicto, en diversos niveles en los que se expresa la conflictividad". El historiador puntualizó: "La conflictividad social y política, evidentemente, es el eje central de nuestra preocupación. Porque no hay pura conflictividad política si no puede ser explicada a partir de una matriz social. Indudablemente, en el contexto de la historia reciente, el momento alrededor de esos treinta años están fuertemente marcados por la visible conflictividad político-social".

Por otra parte, el compilador explicó que la proximidad histórica permitió el contacto directo con los protagonistas. "Los ejes que trabajamos, y que se entrelazan entre sí, hacen de ese momento uno de los más interesantes para trabajar. Tal vez, mirándolo con ciertas perspectivas de largo plazo, porque hay algunas líneas de continuidad: lo que aparece en los 60 tiene alguna forma de continuidad a lo largo de esos treinta años que nos llevan hasta el proceso de privatización de la década del 90", consideró Videla. Para él, "la mayor parte del libro tiene un análisis concreto, donde los actores se hacen presentes inmediatos. A veces se tiende a pensar que los procesos históricos ocurren a altas esferas, a altos niveles. Se suele decir que en los pueblos no pasa nada, pero efectivamente los procesos sociales cruzan también a los espacios locales", concluyó.