Para cada uno de sus integrantes, Mulas de nadie representa el grupo en el que se profundizaron sus experiencias musicales previas. Y si bien el abanico estilístico es diverso, el folclore predomina en las creaciones de una banda formada en Casilda, pero que en sus letras pinta paisajes y realidades sociales que se amplían al territorio provincial, a la política nacional e internacional; a la realidad del hombre más allá de las fronteras. Después de editar un primer disco a fines de 2008 y mientras preparan la publicación del proyecto Monteurbano (que contempla la edición de un documental, un libro y un disco), esta noche el grupo repasará su repertorio en Berlín (Pasaje Zabala 1128), en un show que dará comienzo a las 23.

Con mucho de las mixturas de rock y folclore que músicos como León Gieco, Gustavo Santaolalla y compañía han elaborado en las últimas décadas, en sus obras Mulas de nadie deja traslucir referencias a subgéneros como el metal y el reggae. Todo ello convive prolijamente, por caso, en composiciones como "El grito", mientras que en canciones como "Educaditos" se marca la postura social del grupo --"La dignidad del pueblo/, que lucha siempre unido/ ya no se puede esperar/ si no es de nosotros mismos/. Qué absurda historia,/ no se puede repetir/ educaditos sólo para reprimir/ Qué absurda historia/, no se puede repetir/ hoy entre todos escribamos otro fin"--. Concentrada en el terruño, la mirada se sostiene en otras como "Santa Fe" (reflejando un norte provincial que sigue retrocediendo luego del desmonte y la desarticulación de los ramales ferroviarios) o la chacarera "Somos más, ¿o no?".

Para el cantante y compositor Gastón Honczaruk la diversidad musical tiene sus explicaciones, como así también el acercamiento a temáticas vinculadas con lo social. "Viví hasta los 8 años en el norte de la provincia de Santa Fe. En esa época, que no había televisión donde yo vivía, se escuchaba solamente la radio. Por esa zona, El Nochero, había muchos polacos, ucranianos, entonces se escuchaba mucho chamamé, por la influencia de la polca, así que cuando llegué a la zona de Casilda ya venía con una carga folclórica. Acá empecé a escuchar otra música, y el rock fue parte de toda mi adolescencia, pero no se podía dejar de lado lo que fue mi infancia. Toda esa combinación musical se nos da para preguntarnos qué es el folclore, que es precisamente el canto del pueblo. Y el folclore de Santa Fe son justamente sus diferentes estilos", explicó la voz líder de un grupo que se completa con Teo Izaguirre (batería), Germán Lucero (bajo), Virginia San Juan (violín), Mariano Carradori y Leandro Meneghello (guitarras).

-En "Santa Fe" hacen una descripción muy puntual sobre la realidad del norte provincial. Y, en otras de sus canciones, la banda sostiene también una línea temática vinculada con lo social.

-Sí, generalmente lo que yo escribo, y la banda quiere contar, es lo que vivimos diariamente. Más allá de tocar y dedicarnos todo lo que más podemos a la música, todos tenemos un trabajo que nos permite hacer todo esto. Por mi trabajo viajo por la ruta y lo que veo todos los días lo vuelco a las canciones. Se trata de reflejar lo que uno vive cuando anda por la ruta. Recorriendo la provincia fuimos a lugares como San Javier, y nos encontramos con la realidad de los pueblos originarios. Todo eso tratamos de volcarlo en canciones, esperando que esas canciones sirvan para algo.

-¿El proyecto Monteurbano, que contempla la edición de un disco, un libro y un documental, tiene que ver con el registro de esas realidades?

-Para esta fecha generalmente vamos con la banda a Cosquín, y el año pasado nos vinimos con la sensación de que Santa Fe quizás no estaba bien representada. Entendíamos que Santa Fe tiene una riqueza folclórica cultural muy grande, pero que por ahí faltaba que eso estuviera más presente, entonces volvimos con la idea de hacer un video que recorriera la provincia. En el armado de este proyecto se fue sumando gente, un chico que hace cine, otro que sacó fotos, una chica que escribió el libro, un estudiante de antropología que nos dio una mano para buscar los puntos más estratégicos a los que teníamos que ir. Lo que tratamos de hacer con este trabajo es demostrar que en Santa Fe hay gente como Soledad Pastorutti, León Gieco, Fito Páez, Jorge Fandermole, el grupo Los Palmeras, que hay muchos grupos y artistas reconocidos, que son santafesinos, en una provincia que se caracteriza por su diversidad. Entonces salimos con un colectivo a recorrer la provincia y encontrarnos con esa diversidad. Y en cada pueblo nos fuimos encontrando con músicos, tocando con grupos que hacen cumbia, otros que hacen rock y punk (como nos pasó en Rosario tocando en el Monumento a la Bandera), con grupos que en el norte hacen chamamé, con otros que hacen tarantela. Realmente entendimos que Santa Fe es diversidad.