Lunes, 31 de enero de 2011 | Hoy
CULTURA / ESPECTáCULOS › UN JOVEN ACTOR DESOLADO QUE EMPIEZA A CAMBIAR SUS DíAS CON LA LLEGADA DE SU HIJA.
Sofia Coppola elige el Chateau Marmont, un espacio que sigue convocando a fans de estrellas, para hacernos llegar estos fragmentos de tiempo vacío y tedioso, en la vida de un joven actor reconocido por sus roles en films clase "B".
Por Emilio A. Bellon
Anticonformista y polémico, con marcas de cine independiente, (aunque su producción no lo sea), el último film de la realizadora de "Perdidos en Tokio" se interna en los pasillos desolados del mundo del cine y del espectáculo en general; paradójicamente, en uno de los lugares más celebres y visitados por turistas de la colonia de Hollywood, el Chateau Marmont, lugar legendario de la tradición estadounidense, marcado por escándalos y celebrado en páginas literarias; espacio en el que se reunieron, por primera vez, James Dean uno de los últimos ídolos de la "generación rebelde", con una de las jóvenes actrices más seductoras de aquellos años, Natalie Wood, para leer, en ese primer encuentro, el guión de "Rebelde sin causa" de Nicholas Ray.
Lugar de tránsito, espacio que sigue convocando a fans de estrellas, el Chateau Marmont es el ámbito elegido por Sofia Coppola, descendiente de toda una saga familiar del mundo del cine, para hacernos llegar estos fragmentos de tiempo, vacíos y tediosos, en la vida de un hombre joven, reconocido exitosamente por sus roles en films de clase "B" y por haber participado en producciones interpretadas por consagrados actores. Volcado ahora a olvidables films de género, Johnny Marco, nombre que es todo un emblema, ve pasar sus días en una permanente monotonía, acompañado ocasionalmente, sólo por aventuras fugaces, por bailarinas que se mueven fríamente para él en la soledad de su habitación.
Así cada instante se suma a su rutina, tiene la fugacidad de la duración de un globo hecho con goma de mascar y su remera blanca, que vestirá la mayor parte del film, lleva la inscripción de "Asociación de dobles", o sea de actores que ocupan el lugar de los principales, los "stunt man"; si bien él le señalará a su hija de once años, Cleo, quien un día llega, sorpresivamente, que siempre él protagonizó las escenas de riesgo. Le corresponde, pues, al lector establecer sus propias relaciones.
Cleo, interpretada por Elle Fanning, a quien ya hemos visto en "El curioso caso de Benajamin Button" y "La mujer infiel", hermana, por otra parte de la ascendente Dakota Fanning, está ingresando a la adolescencia. Junto a su padre, quien poco a poco descubrirá otra manera de vivir las horas del día, compartirán algunas nuevas experiencias. Desde los silencios iniciales, esos interrogantes, que alcanzan a este joven actor retratado en su apática inmadurez, marcan un espacio de un tiempo que se comienza a vivir de otra manera. En "Somewhere" se comienzan a insinuar algunas preguntas, de manera vacilante.
Podríamos decir que en numerosos aspectos el nuevo film de Sofia Coppola, que recibió más rechazos que adhesiones, aún en el mismo Festival de Venecia donde mereció el "León de Oro" 2010, guarda similitudes con su ya clásica "Perdidos en Tokio", estrenado hace siete años.
Desolada la vida del actor, con ese no saber qué hacer, con ese gesto que en cualquier momento asoma con su mueca de escondido dolor (memorable la secuencia en la cual el joven actor, Johnny Marco es sometido a la prueba de la confección de su máscara), como la que tiene lugar en el set de efectos especiales en uno de los estudios. Arido y desolado es el escenario que transita este personaje, como aquellas imágenes de pinturas de Hooper, como algunos momentos dilatados de los films de Peter Bogdanovich, Monte Hellman, Robert Altman, Wim Wenders.
En una de las conferencias de prensa, ante la pregunta de uno de los asistentes, "¿Quién es Johnny Marco?", sólo el silencio obrará como respuesta. El silencio y el corte directo sobre ese rostro que está comenzando a intuir, junto a su hija, (ya la ha visto patinar ante sus ojos), la narración comenzará a ser más fluida y ondulante. Hay también un pasaje en el film desde aquellos encuadres iniciales, detenidos y fijos, distantes, a otro modo de concebir el propio ritmo de la vida.
Con su cuerpo tatuado, el joven Johnny Marco recibe día a día mensajes anónimos, en los que cabe el reproche y el enojo. En un clima que nos lleva a evocar algunos films de Michelangelo Antonioni, "Somewhere, en un rincón del corazón" (segundo título elegido aquí por los distribuidores) va señalando, paulatinamente, los lugares de quiebre de este aparente bienestar, de esa frívola vida hedonista. Bastan sólo algunos apuntes, que se mueven entre lujosos ambientes, piscinas y opulentos festejos.
Desde una estética minimalista, "Somewhere" pone en juego y en diálogo dos situaciones articuladas con la última Ferrari: la que se da en el prólogo, a partir de cinco vueltas que se plantean en el mismo cuadro, hasta el epílogo en el que se marca una sensible distancia respecto de la secuencia inicial.
Y volvemos al Chateau Marmont, tras un rápido viaje a Italia donde será reconocido en un programa ómnibus, "I Telegatti", donde recibirá un premio en contados minutos, rodeado de bailarinas como las que danzaban mecánicamente en su habitación. Con la presencia de algunos actores que salen a su encuentro cuyos nombres se pueden leer en los títulos finales, el film de Sofia Coppola desnuda un modo de vida que identifica comportamientos convencionales y exitistas.
En un rincón del corazón. Puntos: 8 (ocho).
(Somewhere). EEUU, 2010.
Guión y dirección: Sofia Coppola
Fotografía: Harris Savides
Música: Phoenix
Intérpretes: Stephen Dorff, Elle Fanning, Chris Pontius, Caitlin Keats, Michelle Monaghan.
Duración: 98 minutos.
Salas de estreno: Monumental, Showcase, Sunstar y Village.
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