"El tango siempre te espera", asegura María Herminia Grande, la cantante que, algún tiempo atrás, reía con esa frase y con las sugerencias de Alberto Bono, quizás el principal responsable de su desembarco en el dos por cuatro. Porque luego de una primer experiencia musical compartida con Marcelo Coronel, la ex diputada provincial y periodista inició un nuevo proyecto junto al guitarrista Damián Bincaz y el bandoneonista Sebastián Jarupkin, dos de los artífices de Sanguíneo, el disco que esta noche a las 21 se presentará en el Túnel 4 del Centro Cultural Parque de España (Sarmiento y el río) con entrada libre y gratuita.

Con un pasado vinculado fuertemente al periodismo y la política (terreno donde ocupó, entre otros cargos, una banca como diputada provincial y la titularidad del Enapro), María Herminia Grande hizo su debut como cantante con Alfalfa, un disco de aires folclóricos compartido con el guitarrista Marcelo Coronel. El tango, por entonces, era un área reservada para el gusto personal de la cantante. Fue entonces cuando intervino el bandoneonista y pintor Alberto Bono. "Alberto me oía canturrear cosas de Piazzolla y me decía: 'María, lo tuyo es el tango'. Yo me reía, pero él me fue metiendo un poco en el tango", recuerda Grande.

De esa manera, lo que comenzó como un juego empezó a incidir en los proyectos de Grande, que decidió formalizar su relación con el género. El azar, entonces, hizo lo suyo: "Justo en ese momento los encontré a Damián y a Sebastián, que habían estado trabajando en Europa y estaban de regreso en Rosario con ganas de armar un proyecto. Así nació el grupo, y después se nos abrió la posibilidad de grabar el disco y, además, de presentarlo en el Café Tortoni. Hasta aquí todo fue un poco mágico".

En ese formato de trío, el grupo le dio forma a un espectáculo titulado Tango de los bicentenarios, pensado en conmemoración con las fechas patrias. Ese repertorio es el que derivó en Sanguíneo, sobre el que Grande explica: "Tratamos, de alguna manera y a grandes rasgos, de contener al tango desde sus orígenes hasta acá. Por éso vas a encontrar valsecitos, milonga o inclusive aires de candombe".

El listado de obras incluido en el disco es diverso en cuanto a estéticas y autores, y se ve unificado por los arreglos respetuosos de los músicos y un abordaje vocal que evita innecesarias estridencias. Así se recorren "El corazón al sur" de Eladia Blázquez, "La noche que te fuiste" de Maderna y Contursi, "Vuelvo al sur" de Piazzolla y Pino Solanas, "El choclo" de Angel Villoldo (en versión instrumental), "Balada para un loco" y "Chiquilín de Bachín" de Piazzolla y Ferrer, "Pedacito de cielo" (de Francini, Stamponi y Expósito), "Milonga sentimental" de Piana y Manzi, "Pablo" (tema instrumental de José Martínez), "Como dos extraños" de Laurenz y Contursi, "Libertango" de Piazzolla, "Los mareados" de Cobián y Cadícamo, "Flor de lino" de Stamponi y Expósito, "Milonga de mis amores" de Pedro Laurenz y "Los pájaros perdidos", de Astor y Mario Trejo. En dos de esas obras Marcos Marcelo Pereyra aporta su recitado.

A futuro, es posible que la cantante continúe por esta senda. Al menos, su intención es la de vincularse con un género sobre el que asegura: "Tengo intenciones de seguir trabajando con el tango. La verdad sería una soberbia de mi parte decir que llegué para quedarme, pero voy a intentar llegar para seguir andando".