CULTURA / ESPECTáCULOS › PLASTICA. TERCERA Y úLTIMA NOTA SOBRE LA INABARCABLE MUESTRA ARTE DE SANTA FE
La exposición que puede verse en el Museo Municipal de Bellas Artes Juan B. Castagnino concentra en la planta alta el arte en la tradición vanguardista de Virginia Negri, así como el diálogo entre la obra de Alvaro y Andrés Dorigo.
› Por Beatriz Vignoli
La inabarcable exposición Arte de Santa Fe, que con curaduría de Florencia Battiti, Cecilia Fiel y Adriana Lauría forma parte del Programa Argentina Pinta Bien (emprendimiento de la Fundación YPF y el Centro Cultural Recoleta) puede verse en el Museo Municipal de Bellas Artes Juan B. Castagnino (Oroño y Pellegrini, Rosario) ya va por su tercera y última nota en estas páginas. Antes de subir las escaleras del Museo (punto en el que se había detenido la reseña anterior), valga enmendar una errata en la nota del pasado martes 10 de mayo (http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/rosario/12 28613 2011 05 10.html). La obra de Norberto Puzzolo no se halla en la planta alta sino en la sala central, junto con las de Eduardo Serón, Daniel García, Marcelo Villegas y Carolina Antoniadis. El poderoso seleccionado de artistas locales incluye la monumental fotografía perteneciente a la serie Los humos y los otros (127 x 285), de Puzzolo, quien inauguró ayer su muestra retrospectiva de Experiencias y estructuras de los 60 en el espacio 11 x 7 (Libertad 1628, Buenos Aires).
Un arte en aquella tradición vanguardista de unir arte y vida, basado en la cotidianeidad y los medios de comunicación de la propia época, es justamente el de Virginia Negri, quien en su sitio web http://mensajes de txt.blogspot.com compila miles de sms salidos de su propio teléfono celular bajo los rubros mensajes enviados, recibidos y nunca enviados. Lo que exhibe en el primer piso del Castagnino es apenas la punta de un iceberg de su rizomática obra. La pared violentamente atacada incluye páginas de un libro de mensajes de texto y graffiti en colores fluorescentes que proponen un juego lúdico a los espectadores: ir descubriendo las frases de ese palimpsesto verité. Todas remiten a situaciones de comunicación que pueden reconstruirse sólo conjeturalmente a partir de esas huellas que son los textos, los cuales documentan, entre la comedia y el drama, una vida bohemia. Como las catedrales góticas de la Baja Edad Media, o la cultura de la imagen de hoy en día, la obra de Negri no puede ser captada de un solo vistazo y tal vez nunca nadie logre contemplarla en su totalidad.
"La obra de Virginia Negri entabla deliberadamente cruces entre distintos lenguajes, tomando a las artes visuales en sí como eje (más que como foco) que es atravesado por dos líneas de acción que conviven de manera simultánea: una insistencia en la experimentación en los modos de comunicar y una relación activa con estas diversas formas de expresión. En su trabajo se instaura una tensión en los modos tradicionales de leer, reflexionando sobre el gran tema que articula su obra: las relaciones entre las personas y las fases y problemáticas del amor", escribió la crítica de arte Victoria Ciaffone. "Con perspectivas de creación y difusión inmediata y global, su obra se ha volcado al uso de plataformas virtuales de libre acceso. Su obra puede leerse así como un texto primero que genera un texto segundo, uno tercero y así sucesivamente, sobre la utilización de registros diversos (mensajes de texto, poesía, prosa, fotografía, graffiti, collage, performances, acciones, pintura, objetos diversos), plasmados en distintos soportes que habitan la calle, el museo y la web".
Otro punto alto de la planta alta es el dúo de artistas santafesinos que a través de sus diferentes obras presentadas integran Alvaro Dorigo y Andrés Dorigo. En su video animación titulado "Homenaje a la naturaleza" Alvaro hace una Interpretación animada de obras de Andrés. "En Alvaro Dorigo la naturaleza es ámbito de conflicto. En Andrés Dorigo la naturaleza es espacio de silencioso encantamiento", escribió el crítico de arte santafesino Domingo Sahda.
La muestra permite reencontrarse con otro santafesino genial, José Luis Roces, autor de los inquietantes objetos que se vieron en 2009 en el Museo de Arte Contemporáneo de Santa Fe capital. Realizados en goma eva y resina y con una iluminación desde abajo que les suma un carácter ominoso y como de otro mundo, expresan una sobria belleza contemporánea en el cruce entre arte y diseño. También permite ver el crecimiento de jóvenes artistas locales como Alejandra Tavolini, quien crea escenas humorísticas y a la vez terribles con sus osos de peluche monocromos, y Leo Batistelli, quien retoma estéticas del cambio de siglo (circa 2000) pero con un material relativamente noble como es la cerámica en su pieza organicista "Piel amarilla, roja y verde".
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