CULTURA / ESPECTáCULOS › EL DIRECTOR EDUARDO CEBALLOS ESTRENó "EL DOLOR DE LA MEMORIA".
En la historia conviven una mujer que sufrió la caída del imperio incaico, un juglar del siglo XIII y un psiquiatra.
› Por Julio Cejas
El director Eduardo Ceballos --que acaba de cerrar un ciclo de dos auspiciosas temporadas con su versión de la obra Babilonia de Armando Discépolo-- estrenó el domingo pasado en la Sala Amigos del Arte (3 de febrero 755) El dolor de la memoria, texto escrito por Julián Iribarne con adaptación de Irupé Vitali. Ceballos, responsable de la puesta en escena y la dirección, dialogó con Rosario/12, acerca de una interesante propuesta basada en un texto que tiene mucho que ver con la memoria y la historia latinoamericana.
"Alguna vez en un reportaje dije que el movimiento pendular de la historia me seducía al igual que aquellos personajes que quedaron grabados en la historia latinoamericana a través de los reclamos por su gente; con el correr del tiempo otras voces fueron sumándose generacionalmente; de tal forma que hoy por hoy permiten que se trasluzcan en el escenario; un escenario que permite mostrar a otros personajes de la historia", argumenta el director.
El creador del Teatro Libre de Rosario; se refiere en este caso a la historia europea y más concretamente a representantes de la iglesia medieval; entorno que la obra aprovecha para llevar adelante parte de su trama. "La historia argumental en El dolor de la memoria permite que se junten y convivan en un mismo espacio: María; mujer que vivenció lo que fueron las conquistas al pueblos inca; un Juglar que se transforma por momentos en un Papa del siglo XIII y un tercer personaje que es un psiquiatra que juega como nexo entre los otros dos y que en su afán de analizarlos cubre un rol parecido al que a veces cumple la justicia", agrega Ceballos.
En este punto el director cita al dramaturgo argentino Agustín Cuzzani; en su recordada obra Una libra de carne, donde se desprendía que la justicia actuaba como "ciega, sorda y muda"; al mismo tiempo que valora el poder metafórico de la propuesta que acaba de estrenar; con escenas simultáneas y símbolos cargados de una mezcla de extraña realidad.
Ceballos destacó además el aprovechamiento del espacio en el que se desarrolla la trama; un instituto psiquiátrico que brinda múltiples posibilidades de interpretación; ya que "para algunos es un lugar genuino y para otros es un sitio hipotético".
"Por lo general siempre se lo mira desde afuera y esto a la vez genera dudas en el sentido de los por qué: 'No parece estar mal y sin embargo está internado' o 'se nota que debe estar allí terapéuticamente'; todo esto tiene que ver con sintomatologías y con cuestiones que se acercan a 'sintomatologías políticas'", argumenta el director.
Aquí es donde aparece la responsabilidad del autor del texto: Julián Iribarne, autor de la provincia de Córdoba que conocí en diversos festivales y la experiencia en estos temas basada en su militancia, que lo acercó a todos los que alguna vez reclamaron y fueron acallados o "internalizados en institutos psiquiátricos" según palabras del propio Ceballos.
- ¿Cómo se articula en la obra; esta problemática con el tema de la conquista?
- Toda conquista es, en algún momento, avasalladora; para alcanzar sus objetivos los conquistadores siempre tuvieron que mostrar elementos burdos para seducir y minimizar a nativos o creyentes; un descubrimiento no siempre es eso; sino todo lo contrario; por eso esta obra transcurre atemporalmente y estéticamente lo afirman los signos puestos de manifiesto.
En ese sentido, el personaje de María une asociativamente, según Ceballos; las conquistas del siglo XVII con nuestros días; en una de las escenas este personaje dice: "Usted doctor lo leyó y yo lo viví, esa es la diferencia del por qué no me cree", haciendo referencia al espíritu de Túpac Amaru.
Por otro lado y siguiendo la lectura que hace el director del texto de Iribarne; el personaje del Juglar relata los episodios denigrantes de la inquisición y en forma farsesca denuncia los mecanismos que tuvieron que poner en práctica los poderosos para defender sus riquezas.
"Por su parte el psiquiatra que obviamente debería contener o guiar a los otros dos, se enfrenta con un ambiente hostil ;hasta que sus estados emocionales fluctúan constantemente ; creando dudas acerca de su verdadera personalidad", dice Ceballos.
El elenco que participa en El dolor de la memoria, texto adaptado por Irupé Vitali, está integrado por Leo Zucca, Susana Cavalieri y Carlos Pellegrino, y se representará todos los domingos de junio y julio a las 20; en la Sala Amigos del Arte; sala que en agosto se prepara para recibir otra producción dirigida por Ceballos: "Allende, la muerte de un presidente".
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