A lo largo de su historia (ya próxima a alcanzar los veinte años), Zona 84 sostuvo principios musicales e ideológicos que también están presentes en Bajo fuego, el potente disco que esta noche presentarán en el Club Imperial. Con el punk rock como estandarte fundamental y líricas que sostienen la crítica sin caer en lo panfletario, la banda que conforman Guillermo Rodríguez (guitarra y voz), Juan Rodríguez (voz), Tomás Lewis (batería), Diego Chain (bajo) y Belisario Gronda (guitarra y coros) recorrerá las canciones que le dan vida a una placa sólida, en un show que se anuncia a las 22 en el espacio de San Martín y el río.

Juan Rodríguez, cantante del quinteto, profundizó en las características de un disco que fue registrado casi en directo, a partir de la intención del grupo de poder aproximarse a la que consideran la sonoridad ideal para sus obras: "Por primera vez hicimos este intento de grabar en vivo. Salimos del estudio de grabación, entonces trabajamos en un estudio móvil en la Sala Lavardén y la verdad que el resultado fue bueno. Fue como eliminar el intermediario, el operador de los estudios, que por ahí tienen el berretín de producir, y siempre costaba plasmar la idea de sonido que nosotros teníamos. Que creíamos tenía que ser más fiel al vivo de Zona. Tuvieron mucho protagonismo las guitarras, lo que los guitarristas tenían en mente. En el disco anterior, Un&Dos, se habían quedado con la sensación de que el audio de violas era medio blando, más tirado al rock o el pop".

Grabado, mezclado y masterizado por Cristian D'Alessandro, Bajo fuego mantiene la histórica vinculación del grupo con punk rock que encuentra referencias en la corriente inglesa, aunque sumándole esta vez juegos de guitarras propios del tratamiento que desde Estados Unidos se hace del género. "En cuanto al audio, las bandas de los 70 que ahora graban con productores y sonidos actuales, por ahí buscan el referente en Estados Unidos, con bandas como Social Distortion, Bad Religion, NoFx. Las bandas de los 70 que se juntan o sacan discos ahora van y buscan a esos productores", analizó.

En ese marco, la experiencia acumulada por el grupo previo a esta producción indicó que había que variar el rumbo con el objetivo de alcanzar sus objetivos sonoros. "Desde la primera producción que grabamos, en el 97, siempre nos sentimos bichos raros, ajenos al estudio --reconoció el cantante--. Y siempre hicimos lo mismo: llevarle tres discos al flaco que nos grababa para que escuchara qué sonido queríamos. Le mostrábamos discos de Bad Religion, Social Distortion, Rancid, y siempre nos encontrábamos con que el operador nos decía que éso no podía hacerse. Parece mentira, pero todavía en Rosario hay poca gente que trabaje el audio del punk. Y Cristian, en ese sentido, fue muy abierto a escucharnos y a tratar de llevarlo a algo más parecido a lo que hizo esta gente".

En la que será su primer actuación del año en la ciudad, la banda recorrerá gran parte de su nuevo material, aunque atenderá además a la demanda de su público, según adelantó el cantante: "Nos está pasando algo lindo, porque tenemos muchos temas para armar la lista. Entonces queremos hacer los temas del disco pero también algunos clásicos".