Liliana Felipe se considera compositora, pero no intérprete. Sin embargo, la figura de Enrique Santos Discépolo la llevó a transitar ese territorio casi desconocido. Un terreno en el que desembarcó con su voz poderosa, con su talento pianístico, y que dio como resultado un personal abordaje a una decena de obras de este autor fundamental. En el marco de una gira que incluirá funciones en Córdoba y Buenos Aires, Felipe regresará mañana a Rosario para presentar formalmente esa experiencia, en un recital que se realizará a las 21 en la Sala Lavardén de Sarmiento y Mendoza.

En diálogo con Rosario/12, Felipe se remontó al surgimiento de este nuevo proyecto, intentando delinear su nacimiento: "No sé por qué me venía dando vueltas por la cabeza Discépolo. Tiene una cosa que me conmueve, que me emociona mucho, que es el poder de él como pensador, como diseñador de tangos (o canciones, o como le quiera uno decir), y su efectividad. Por otro lado, con mis prejuicios y toda la cosa que uno tiene, discriminaba un poco el hecho de que él no es compositor, y eso finalmente en las melodías se nota mucho, se siente mucho, o yo lo percibo. La cuestión es que de repente, no sé en qué momento, leí que él era un tipo que había tomado una postura, que había elegido sobre qué bando andar en esta vida, caminar, componer, pensar, amar. Luego de éso leí que Discépolo un día se sentó en un sillón, mirando por una ventana, y después de unas palabras con Tania, a quien le decía que tenía frío, se murió. Leí que murió medio de tristeza. Entonces no sé por qué, pero decidí empezar a juntar las partituras que tenía, a analizarlas".

De esa manera, la pianista, cantante y compositora se descubrió estudiando un repertorio ajeno y decidiéndose por la decena de tangos que mañana presentará en Rosario junto a canciones de su autoría. En relación a la selección de obras, Felipe detalló: "Iba eligiendo entre los tangos que conocía. Hay otros que descarté, que no me entusiasmaron mucho, otros que no he tenido tiempo de escuchar. No he tenido tiempo de adentrarme en ellos. Y los que he elegido son los que siento que coincido o comulgo con lo que está diciendo".

Mientras tanto, los temas propios que completan el repertorio no fueron seleccionados en función de los tangos discepolianos. "No pensé en éso --admitió Felipe--. Esto me ocupó el cerebro, me lo taladró durante dos meses. Fue una tarea muy fuerte para mí. A lo mejor no se note hacia afuera, y necesite yo madurarlo. Me fui metiendo y clavando en esta historia de Discépolo. Porque tampoco hago las cosas tan inocentemente de tocar los tonos, al contrario. Es muy diferente tener a tres músicos al lado y uno interpretar que de repente hacer un arreglo, cantar. A lo mejor es una estupidez lo que estoy haciendo, pero es lo que me salió en estos meses de trabajo".

En ese sentido, el de Felipe es un abordaje personal de la obra discepoliana. Abordaje que ella misma reconoce: "Si no, no hubiera podido hacer éso, no hubiera sabido cómo hacer algo así. A lo mejor hay personas que no les gusta lo que hice, pero es lo que hago desde mi rinconcito, mi lugarcito". Al igual que Discépolo, Liliana Felipe es una artista que ha ofrecido su mirada sobre la realidad, comprometiéndose con el entorno social y político. Desde ese lugar, la cantante nacida en Córdoba, y radicada en México desde hace décadas, hizo su análisis sobre los tiempos que corren: "A mí me impactó mucho que Discépolo muere de tristeza justamente por tomar una posición. Lo cual me parece muy importante en este momento de la Argentina. Me parece habitual que la intelectualidad se siga devanando los sesos sobre si hay que tomar postura o no, pero Argentina es uno de los pocos lugares en el mundo donde se está invirtiendo en la gente, en los proyectos populares. Hay que tomar postura, avanzar en esta historia. Y creo que están los elementos para hacerlo".