"...la paz volvió al Nuevo Sol, aunque muchos piensen que un café no puede tener alma como los hombres, tradiciones como ciertas familias y conflictos como los Estados", escribe Jorge Riestra en su novela Salón de Billares (1960, premio Fabril Editora). "La paz volvió tan naturalmente como se había ido, y la vida de los hombres de la Vieja Guardia regresó del mismo modo al antiguo cauce, con el ritmo parejo que los años, fieles a esas vidas, habían afianzado. Volvieron, entonces, las largas tardes de casín, las bravas partidas contra jugadores de otros cafés de celebrado historial, el diario contacto con ese público que buscaba y hallaba una hora de descanso y armonía, volvieron las charlas, las sesiones de dados y las cenas en el Piamontés (...) Más acá o más allá de cualquier filosofía, la paz estaba en el corazón de la Vieja Guardia y en la tibia atmósfera del café. Afuera, el viento de junio barría las calles". En esta novela que empezó a escribir en 1954, el autor rosarino emprende, según dijo alguna vez, una "primera incursión por un modo de vivir muy querido por mí". Los bares y cafés han constituido la inspiración de su obra.

Precisamente ese estilo de vida será el tema en las IV Jornadas de historiadores y cronistas barriales organizadas por el Museo del Barrio de la Refinería, y con la participación del Centro Cultural Cine Lumiére y el Grupo de Historiadores Barriales. Las Jornadas se desarrollarán este viernes 14 y sábado 15 de octubre, en el Centro Cultural Cine Lumiére (Vélez Sarsfield 1027). Está abierta la participación no sólo de historiadores y especialistas, sino también de alumnos y vecinos para esta nueva edición, centrada en "los bares, cafés, fondas y pulperías urbanos, barriales y rurales" (y cuya inscripción puede realizarse escribiendo a [email protected]).

Según la nueva modalidad de las Jornadas, en esta oportunidad los participantes podrán exponer y debatir sobre esta amplia temática, que se agrupa en cuatro módulos temáticos. El primer eje abarca los tipos de establecimiento: la pulpería, el bar, el café, el "copetín al paso", los bares urbanos y rurales, los almacenes de ramos generales, los bares﷓almacén y la función del bar en el barrio. Se analizarán los productos, servicios, precios, parroquianos y el menaje del bar: mesas, sus muebles, sus mostradores, la relación entre el negocio y la vivienda y también la arquitectura de bares, fondas y pulperías. El buffet del club, el snack bar y hasta las whiskerías serán espacios a considerar.

El segundo módulo incluirá las historias de bares y boliches famosos o legendarios, invitando a evocar las anécdotas de bar centradas en fiestas, reuniones, agasajos y otras costumbres. Se debatirá sobre el bar y la mujer, el mozo como personaje y el coleccionismo de botellas, muebles, fichas, latas y otros productos, como también el registro a través de la fotografía temática o especializada y la relación del bar con la música. Luego se conversará acerca de la mirada social sobre el bar: el bar del barrio, la necesidad de ir al café; los boliches y el trabajo, los bares y la familia; la mitología del bar con sus dichos, leyendas e historias; el bar como ámbito prohibido, como "bar de mala muerte" o como lugar conflictivo donde surgen posibles tensiones entre patrones y parroquianos, ya que después de todo el bar es un negocio.

Por último se abordará la historia del bar en la ciudad. Escenarios y testimonio del pasado colectivo, los bares y boliches son parte del acervo de la memoria local, aunque las pulperías y almacenes devengan en paisaje turístico, y el futuro de los viejos bares se vea alterado por reciclados, remodelaciones, restauraciones, reconstrucciones, recreaciones y falsificaciones. ¿Qué pasa cuando un viejo bar cierra?

Como nueva metodología, se pensaron momentos de debate. Estos son los horarios aproximados de la programación: el viernes 14 a las 8.30 tendrá lugar la acreditación. A las 9.30, la apertura de los módulos y lectura de ponencias. A las 11, una infaltable pausa de media hora para el café de media mañana. Luego viene una hora de ponencias, otra de debate, un receso de 13.30 a 15.30 y luego continuarán las lecturas y debates hasta la recepción de las 20. El sábado habrá actividades de 8.30 a 13 con un receso a las 15. A las 17.30 se leerán las conclusiones y se dará cierre al evento, acaso con un último café.