Esta noche, con dos cortometrajes animados de alumnos de la Escuela para Animadores del Centro Audiovisual Rosario (coordinada por Pablo Rodríguez Jáuregui), se presenta a partir de las 21 en el laguito del Parque Independencia la segunda función del ciclo Cine en el Laguito, organizado por el Centro Audiovisual Rosario de la Secretaría de Cultura y Educación de la Municipalidad. Con entrada libre y gratuita, destinado a toda la familia (se recomienda llevar reposeras o lonas y repelente para mosquitos) el ciclo abarca todos los domingos de febrero. Hoy se proyectarán ¡No molestar! (2006), un corto animado de 3' dirigido por Luciano Ominetti, y La nochie del shacarè (2010), una animación de 4 minutos dirigida por Soledad Cassini. Completa la programación un clásico para grandes y chicos, Don Gato y su pandilla (2011), en la nueva versión de 90 minutos dirigida por Alberto Mar y producida por los estudios Anima, donde se produjo la serie El Chavo. Un momento ideal para compartir pochoclo con los chicos, y mejor dejar para otro día la pregunta de por qué México tiene una industria capaz de competir en animación con los titanes estadounidenses y no Rosario, con talentos como el de Rodríguez Jáuregui o Max Cachimba.

El domingo 12 se proyectarán Viaje a Marte, animación de 15' dirigida por Juan Pablo Zaramella, y el largometraje documental Torino (2010), realizado en Argentina por Agustín Rolandelli a partir de un legendario automóvil. Acompaña desde las 19 una exposición de autos del Club Torino de Rosario. El 19 se celebra el carnaval con ¡Es carnaval! (2011), mediometraje de Cristian Cabruja que documenta el carnaval de Rosario ayer y hoy junto al Programa Escuela Móvil y el Centro Audiovisual Rosario, y Las llamadas (2004), documental de Daniel Correa sobre el carnaval afro uruguayo en barrios de Montevideo, Uruguay. Y el 26 se proyecta Ojo al Piojo, una selección de cortometrajes participantes de Ojo al Piojo, el primer festival de cortos para niños realizado (ahora sí) enteramente en la ciudad.

Del éxito de las grandes ambiciones y de la lucha coronada por el triunfo se trata justamente Campeonas (2011), el documental sobre Las Leonas que se proyectó en ese marco el viernes 27 de enero y que reunió energías para alentar desde la víspera al seleccionado argentino de hockey femenino sobre césped. Al cierre de esta nota no se sabía aún el resultado del partido de ayer contra Holanda.

El documental de una hora fue ideado y producido por Ana Quiroga y Milagros Lay González, de Zoex producciones (una productora de Buenos Aires especializada en deporte), para Canal Encuentro, que apoya el proyecto desde 2007. La idea viene de antes, relataron las productoras a Rosario/12 en la mañana del viernes. Milagros lleva 20 años con el hockey, deporte que primero practicó y del que luego fue periodista. El documental no sólo registra su desempeño en el Mundial de Hockey Femenino 2010 sino a las mujeres detrás del logro. La película, cuentan Ana y Milagros, era una utopía hasta que Canal Encuentro aportó la plataforma necesaria. Era una apuesta difícil: Si no ganaban, no se podía llamar Campeonas. La víspera del partido final, estaban más nerviosas las realizadoras que las jugadoras. "Tratamos de registrar y mostrar lo que no se ve de un equipo de alto rendimiento", resumió Milagros. "Cómo es que a partir de un objetivo en común, un grupo de mujeres alcanzan sus deseos y logran sobreponerse a muchos días lejos de sus casas, parejas, amigos, familia". "Aman lo que hacen", apuntó Ana.

¿Qué las hace campeonas del mundo? ¿Cómo se prepara un equipo de estos? ¿Es un sacrificio o es una pasión? Con esas preguntas las productoras de Zoex se aprestaron a filmar a Las Leonas desde el último día que entrenaron en Buenos Aires hasta su victoria por 3 a 1 ante Holanda en Rosario en 2010. "Luciana Aymar es la mejor en la historia de este deporte", afirmó Milagros. "Si te gusta el deporte ves el hockey; también ves historias de chicas que tienen vidas comunes". Y se ve el viaje, sus entrenamientos en Rosario, las chicas en el hotel hablando de sus cábalas como si la cámara no estuviera o fuera parte del grupo.