CULTURA / ESPECTáCULOS › UNA ENTREVISTA CON LUIS JESúS GALINDO CáCERES, INGENIERO SOCIAL.
El autor es mexicano y pasó por Rosario para presentar su libro "Ingeniería en Comunicación Social y Promoción Cultural. Sobre Cultura, Cibercultura y Redes sociales". El concepto de gestión y promoción cultural que viene de los `70.
› Por Beatriz Vignoli
"La historia de la trayectoria del proyecto de Ingeniería Social se inicia como tal a principios de los años ochenta... En aquel momento era militante político y trabajaba en un proyecto sobre cultura política y movimientos sociales urbanos", rememora Luis Jesús Galindo Cáceres al comienzo de su libro Ingeniería en Comunicación Social y Promoción Cultural. Sobre Cultura, Cibercultura y Redes sociales, presentado el 12 de abril por el autor con Sandra Massoni, directora del Posgrado Maestría en Comunicación Estratégica y de la Especialización en Comunicación Ambiental de la Universidad Nacional de Rosario. Lo publicó la editorial rosarina Homo Sapiens en su colección Comunicación (que dirige Massoni) gracias a un convenio entre la UNR y la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, donde Galindo Cáceres es Profesor investigador. El académico mexicano anda "terminando los cincuentas, empezando los sesentas" pero parece diez años más joven. En la presentación de su libro, reunió a la gente en círculo y narró una exitosa experiencia. "Lo que está detrás empíricamente del libro son tres años de trabajo con la Barra Nacional de Promotores Culturales 3d2", contó a Rosario/12. "Lo que está afuera sería el relato particular de la experiencia de 3d2, que tiene el antecedente de un sistema en red que se vino trabajando desde los 70s".
-¿Quiénes concretamente eran este equipo y con quiénes habían trabajado, a nivel de políticas de Estado y de sociedad civil?
-Es una convergencia. El concepto de gestión y promoción cultural es un concepto, en el contexto de UNESCO, que viene de los 70s. Antes no existe. Yo me lo encuentro a una década de estar haciendo promoción cultural. Y en el Estado mexicano, está Luis Garza, un abogado, que "inventa" la primera oficina que tiene título de promoción cultural.
-¿Y qué gobierno era el de ese momento?
-A él le toca López Portillo. Empieza en el 76. De ser una oficinita, va creciendo hasta convertirse en un proyectote que es el que nos toca a principios de los 2000, en la administración, el régimen de Vicente Fox, el cambio del PRI al PAM. Yo siempre fui cultural independiente. Nunca tuve cargos, pero somos compañeros y somos parte del mismo movimiento. Lo normal es el promotor que hace lo que puede y está solitito él contra las circunstancias. Subir de nivel, en términos de formar gremio, es más escaso históricamente. Y yo formo parte de una de estas iniciativas de empezar a formar gremio.
-¿Cómo y con quiénes?
-Conocí en Monterrey a María Zebadúa, que se encargó de hacer redes de promotores de adolescentes para trabajar en barrios. Hoy dentro de una semana en Guadalajara veo a Blanca Brambila, es de las primeras que trata de armar redes y gremiecitos de promotores culturales en las zonas de Jalisco y Guadalajara. Coincidimos a principios del año 2000 con José Antonio Mac Gregor, que es un compañero que hace su carrera dentro del Estado, llega a jefe, a jefazo, formado por Luis Garza. Pues tenemos toda la vida juntos. Entonces Mac convoca a gente como yo y dice: esta es la nuestra. Tenemos presupuesto, tenemos oportunidad política, tengo poder... vamos a hacer un proyectote bueno sobre este asunto, entonces vamos juntando información. A quién conoces, por dónde empezamos... la figura de la red. Hay una red que hay que hacer explícita. Y hay que fomentarla, hay que hacer redes regionales, hay que promover la figura de la asociación civil de manera legal para darle protección legal y sustentabilidad a estos proyectos independientes y como Estado vamos a gestionar todo eso, para que eso después no dependa del Estado. Lo mencionaba ahí en la presentación; hicimos una contabilidad muy laxa, decíamos: hay hasta medio millón de promotores sociales. Desde este medio millón, el nicho con el que vamos a trabajar va a ser el diez por ciento. Cincuenta mil personas. Y gremializamos doce mil. Que de cualquier manera son un montón. En esa aspiración estaban los burócratas, estaban los partidistas y estábamos los gremialistas. Coincidió felizmente que los gremialistas tomamos el liderazgo. Entonces los gremialistas nos montamos en el Estado para nuestro proyecto y incorporamos a los políticos, de diferentes sabores, y a los burócratas a trabajar en este proyecto; ya sabíamos que cuando acabara la cultura política, nosotros íbamos a empoderarnos con los recursos y la energía del Estado, y cuando ya no contáramos con el Estado, ya estábamos más fuertes, más juntos de lo que estábamos antes. El liderazgo de Estado desaparece, y entonces la red se resquebraja un poco, entonces la propuesta de 3d2 es poner un liderazgo civil. Ya no tenemos liderazgo dentro del Estado pero esto no ha terminado y ahora vamos por la nuestra y no se me separen.
-¿Y qué hace 3D2?
-Nuestro trabajo es un orden de organización de segundo orden. Somos gestores y promotores de la gestión y la promoción cultural. Yo era responsable de una de las líneas, la más académica, representada en el libro. Otra compañera, Leidy Rivera, estaba trabajando sobre la sistematización de la experiencia de formalización en asociaciones civiles. ¿Cuánta gente que ha hecho promoción cultural ha llevado ese trabajo a nivel institucional legal de formar una asociación civil y cómo le ha ido? Tenemos otro compañero, abogado, que estaba haciendo la sistematización de cuál es el marco legal dentro del cual se ha movido el trabajo de promoción cultural, qué tenemos en las agendas legislativas, qué es lo que tenemos que presionar para que se legisle, para favorecer el reconocimiento del perfil profesional: salarios, tabuladores como hay en España, o hay aquí, aquí están más avanzados en eso, en México no, un promotor cultural tiene salarios miserables, no tiene un reconocimiento de tabulador. Otros estaban sistematizando cómo se pide dinero, la gestión de financiamiento. Cuántas fuentes de financiamiento hay posibles: fundaciones, becas... ¿de dónde puede sacar dinero un promotor cultural para hacer sus proyectos? Entonces vamos a hacer un manual: todo lo que usted quiso saber y nunca se atrevió a preguntar de dónde obtener dinero para hacer promoción cultural. Y eso era lo que hacíamos: éramos sistematizadores y formalizadores de experiencia, para ayudar a los promotores culturales a tener mejores herramientas y medios para hacer su trabajo.
-¿Y al concepto de la ingeniería quién lo ingresa?
-Es mío. El concepto le hizo bronca a la gente desde el principio, pero es toda la parte de acción práctica. Da la vuelta hasta llegar al concepto actual de ingeniería en comunicación social que es lo que me pone en contacto con Sandra Massoni o con Gustavo Cimadevilla, la persona por la que conocí a Sandra. Sandra y yo formamos parte de un movimiento latinoamericano de comunicación estratégica. Y ahí conozco a Rafael Alberto Pérez, y a Rubén Canela, que está en la Universidad de Lomas de Zamora y es parte de este movimiento. Nos vamos viendo, no nada más a nivel de la región o del país sino además iberoamericano o más allá. Hace 25 años no había ningún curso de promoción cultural. Ahora ya tenemos 3 posgrados y 19 cursos de licenciatura en México.
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