Las pinturas de una sociedad nocturna, desquiciada, ya formaban parte del desalineado demo que Tan Biónica registró en sus primeros tiempos y que (como suele ocurrir) terminó filtrándose en la web. En ese conjunto de desparejos mp3 puede descubrirse la primigenia amplitud estilística del cuarteto bonaerense que, desde entonces, integran Chano Moreno Charpentier (voz), Sebastián Seoane (guitarra), Bambi Moreno Charpentier (bajo) y Diego Lichtenstein (batería). Si bien de aquella época se perdieron ciertas vibras punk (que, sin embargo, dejaron su halo en canciones como "Vidas perfectas" o "Tapa de moda"), sobrevivieron canciones que se transformarían en hits, a partir de su aparición en el Ep Wonderful noches (de 2003) y el larga duración Canciones del huracán.

Recurrentes, algunas figuras también reaparecerían en la discografía de la banda. Lejos de la adulación absurda que propone cierta movida rocanrrolera fronteriza, los excesos sobrevuelan la obra lírica de los Tan Biónica, terreno donde también prepondera el amor, combinándose en versos sarcásticos, marcados por la acidez y un aroma tanguero vinculado con cierta aceptación de la "desgracia de existir", según relatan en el hit "Beautiful".

Grandes creadores de melodías, capaces de combinar dos o tres líneas irresistibles en una misma canción, en los Premios Gardel de 2011 los Tan Biónica fueron premiados en el rubro pop --como si allí pudiera explicarse una propuesta de difícil definición-- gracias a su último disco, Obsesionario (producido por los Bersuit Vergarabat Pepe Céspedes y Oscar Righi), con el que alcanzaron a un público heterogéneo y masivo, en el que conviven rockeros de vieja ley con chicas que parecen escapadas de esas canciones que desnudan frivolidad y trasnoche.

Después de haber participado del Rock in Rio en Lisboa, y a punto de ofrecer tres conciertos en el Luna Park, esta noche Tan Biónica comenzará a despedir Obsesionario en Metropolitano, en un show que dará comienzo a las 21, y que encontrará al grupo en la cima de una carrera vertiginosa. "Es verdad, sobre todo los últimos tres años fueron muy vertiginosos, de cambios radicales --reconoce en ese sentido Bambi Moreno Charpentier--. Tenemos una primera parte de la historia del grupo con muchas cosas que no se concretaban en el tiempo o de la forma que queríamos. Por suerte, con Obsesionario pudimos encontrar todas las herramientas que habíamos adquirido con el tiempo, con la carrera, con las frustraciones, y poder hacer un disco que identificara a mucha gente".

- De todas maneras, muchas de las claves de Obsesionario ya estaban presentes en etapas previas del grupo. Ya en aquel demo había una evidente muestra de diversidad musical, con una clara búsqueda de las melodías. Quizás lo que vino después fue cierto refinamiento musical...

- Sí, tiene que ver con encontrar una identidad de sonido. Pero, a la vez, de nuestra parte siempre hubo un esfuerzo de ser diferentes, de sonar diferentes, de que nuestro discurso y nuestras temáticas sean diferentes, en los videos, en todas las áreas y aspectos. Esas premisas y convicciones existían desde antes de que la cosa empezara a funcionar, desde antes que viniera mucha gente a los recitales. Esa búsqueda la estábamos iniciando y con el tiempo fuimos aprendiendo algunas cosas. La experiencia va a determinar que en Obsesionario se termine de consolidar éso y nuestras canciones adquieran mucha más notoriedad entre el público y los medios. Pero, internamente, con Obsesionario habíamos decidido hacer un disco conceptual, que sonara distinto, y nuestras expectativas eran altas, pero no estaban esas pretensiones para con las canciones, que hicimos tan naturalmente como las primeras. Canciones del huracán es como una especie de compilación de temas que teníamos de todas las épocas, desde que empezamos, entonces le dimos esa forma un poco caótica, desordenada. En Obsesionario pensamos más en un concepto, algo que queríamos contar. Desde el punto de vista de las letras, pueden sonar muy mundanas, pero porque pertenecemos a esa esfera, al barrio, a los sentimientos que tienen que ver con la nostalgia, el desencuentro. Me parece que nuestro público se identifica ahí porque son historias que no pueden ser ajenas a nadie, que no tienen edad, geografía. Siempre te podés hallar en algún espacio de esas canciones. Ahí encontramos una forma directa de hablarle al público, no menos poética pero sí menos intrincada o elitista. Aunque sin caer en temáticas de lo cotidiano, de lo que pasa en los diarios, sino que hablamos más de lo que pasa con las emociones.

- Más allá de las posibles conexiones literarias o ciertas referencias (como en la canción "Pétalos"), hay un trasfondo tanguero en sus letras, quizás desde esa perspectiva de la "desgracia de existir" que mencionan en "Beautiful".

- Claro, sí, sentimientos como la nostalgia tienen mucho de éso. Y nuestras canciones tienen que ver con una honestidad artística: nosotros no somos ese modelo de músico que la gente estaba acostumbrado a tener en sus fantasías, que caminan por alfombras rojas con chicas hermosas y rompen televisores.

- Si se observa el público de Tan Biónica, aparecen precisamente personas que encajan en ese sector social al que, con sarcasmo y acidez, ustedes le critican su superficialidad. Una frivolidad de la que, a partir de lo que plantean con sus canciones, no parecen formar parte.

- Lo que pasa es que a veces está esa sátira, la fantasía de la música misma. Tampoco quiere decir que lo que pasa en el universo de las canciones sea verídico. Hablamos desde ese lugar y, como bien decís, no tenemos mucho que ver con la frivolidad o lo efímero de las cosas. Pero me parece también que sería muy pretencioso determinar tu público. A un montón de grupos les jugó en contra tratar de elegir o tener un derecho de admisión sobre el público. Me parece que nosotros a las canciones las soltamos, son para todos. Está bueno que se acerquen todos y haya una buena comunión entre ellos.

- El error en que algunas bandas han incurrido es el de componer pensando en complacer al público. Considerando la honestidad artística que mencionabas, deben tener en claro que de cara a un nuevo disco no deberían pensar en satisfacer a ese nuevo público que se acercó a partir de Obsesionario.

- Sí, es un planteo filosófico que por estos días rebota también en nuestra cabeza. Estamos ante la puerta de hacer un nuevo disco, con toda la presión que supone después de Obsesionario, que tuvo tanta buena recepción. Para hacer un disco mejor que ése tenemos que volver a la esencia del grupo. Considerando sí las herramientas adquiridas, pero sin más pretensión que la de correr algún riesgo y hacer algo que nos haga sentir orgullosos. Después, una vez que entreguemos las canciones, el público decidirá.